Mario Vázquez
Raña, ¿prestanombres de Luis Echeverría?
Tulio
Ortiz Uribe
La Paz, BCS.- Cercano a los
políticos del PRI y al presidente Enrique Peña Nieto, dueño de una considerable
fortuna amasada a la sombra de poder, hoy falleció el empresario Mario Vázquez
Raña.
Eterno dirigente del Comité Olímpico Mexicano,
era dueño y director general de Organización Editorial Mexicana, que cuenta con
56 diarios (entre ellos El Sudcaliforniano) dos estaciones de radio y una
televisora. Esta es su historia:
En 1972, durante el
mandato de Echeverría Alvarez, el gobierno adquirió lo que entonces se llamaba
Cadena García Valseca, propiedad del coronel José García Valseca, conformada
por 35 diarios de provincia, El Sol de México y el diario deportivo Esto.
Supuestamente la empresa tenía grandes adeudos bancarios y fue intervenida por
el ente financiero paraestatal Somex, para, según se dijo en ese entonces,
evitar su quiebra.
Sin embargo cuatro años después, en 1976 y
pocos días antes de dejar el poder, sin mediar licitación o explicación alguna,
el gobierno de Luis Echeverría vendió el grupo de periódicos al empresario
mueblero Mario Vázquez Raña, su amigo, quien nombró como funcionarios de la
cadena nada menos que a dos cercanísimos hombres de Echeverría, ex miembros de
su gabinete: Fausto Zapata Loredo, exsecretario de la Presidencia y a Mario
Moya Palencia exsecretario de gobernación. Las ligas eran por demás evidentes.
No obstante las críticas, Vázquez Raña negó es
ese tiempo ser prestanombre o tener relación alguna con el presidente
Echeverría. Sin embargo en 1986, Eduardo García, hijo del coronel García
Valseca, denunció públicamente que su padre fue despojado por Echeverría Alvarez
de la cadena de periódicos más grande de América Latina.
Eduardo García dijo a la prensa tener los
documentos que avalaban su versión. Relató que en 1972, cuando su padre se
percató de la intenciones de Echeverría de quedarse con la cadena de periódicos,
trató de vendérsela a don Eugenio Garza Sada, jefe del Grupo Monterrey, pero la
operación se frustró por el asesinato del industrial a manos de un grupo
guerrillero que pretendió secuestrarlo. “Tengo en mi poder un cheque por 14
millones de dólares, relató el hijo de García Valseca al semanario Proceso en
1986, que demuestra que la operación se haría con Garza Sada”, y explicó que en
el momento que la Cadena pasó a manos de banca Somex, sus adeudos con Pipsa y
Nacional Financiera eran de alrededor de 200 millones de pesos y que el
consorcio estaba valuado en más de mil millones. “Pero a mi padre le dieron una
miseria: 100 millones de pesos en cinco abonos” Y agrega: “Ahora, según Vázquez
Raña, la Cadena vale 500 millones de dólares”.
Para Eduardo García Valseca, los documentos en
su poder demuestran que “Mario Vázquez Raña es prestanombres de Echeverría;
todos los negocios del expresidente los maneja Vázquez Raña”.
El libro que no se publicó
El 11 de febrero de
1986, el periodista Carlos Loret de Mola fue encontrado muerto en una barranca,
entre los restos del Mercedes Benz que conducía por la carretera Ciudad
Altamirano-Zihuatanejo, en condiciones que hicieron dudar a sus familiares que
se tratara de un accidente. De las pertenencias que llevaba, se pudo rescatar,
según la policía, un fólder con ocho cuartillas que formaban parte del original
del libro Mi Coronel, que estaba escribiendo el periodista. Sin embargo
sus familiares insistieron en que llevaba los originales completos del libro,
así como fotografías y otros documentos testimoniales.
Para el hijo del
coronel García Valseca, “sin lugar a dudas Mario Vázquez Raña es una de las
personas más interesadas en que no se llegara publicar” el libro de Loret de
Mola, pues en él “se trata de desenmascarar al expresidente Luis Echeverría y
de poner en su lugar a Mario Vázquez Raña, quien aunque lo niegue, sigue
manejando todos los intereses de Echeverría”.
“Soy el hombre
más limpio bajo las estrellas”
La tesis de ser prestanombre se fortaleció
cuando el 12 de junio de 1985, Mario Vázquez Raña compró, en 41 millones de
dólares --y la promesa de inyectarle 30
millones más--, la agencia norteamericana de noticias United Press
International (UPI), la segunda más importante del mundo. Pero el
desconocimiento del mundo periodístico por parte del empresario mueblero, y sus
decisiones poco acertadas, hicieron que UPI se viniera abajo, luego de que 10
de los más importantes periódicos de Estados Unidos y de otros países, como el
New York Times o el Mainichi de Japón, cancelaran el servicio.
Un antiguo director de UPI, Luis Nogales,
declaró en ese año: “Durante los dos años de crisis yo conservé la clientela de
la agencia. Desde que llegó Vázquez Raña UPI ha tenido pérdidas. Es su
problema”.
Andrew Radolf, por su parte, escribió que
“Existe el sentimiento generalizado de que los métodos administrativos de
Vázquez Raña –descritos por el personal como insensatos y tiránicos—han creado
un clima de temor en la empresa, pues el personal se siente inseguro en
relación con su trabajo y el rumbo que toma la agencia”.
En efecto, luego de cancelaciones del
servicio, renuncias y cese de periodistas calificados, varios de ellos con 25
años de trabajo en la agencia, el empresario tuvo que vender UPI con una
pérdida neta de 40 millones de dólares
Cuando un periodista del New York Times
le preguntó a Vázquez Raña dónde había sacado el dinero para comprar la
agencia, dijo: “El dinero para comprar la UPI no viene de mis periódicos, sino
de los 80 millones aproximados (de dólares) que gané con la venta de mis
intereses en el negocio de los muebles de mi familia, en 1882”. Pero luego se
contradijo. En una entrevista con el Washington Times, dijo que la venta
sólo le reportó 26 millones, y que “la confusión pudo haberse derivado de que
también vendí dos compañías de bienes raíces en 22 y 20 millones,
respectivamente”.
Y vino la tercer contradicción: al periódico Financial
Times declaró que había vendido sus compañías de bienes raíces en 32, no en
42 millones, y que su parte en el negocio de muebles de la familia era de 25
millones, no de 26.
Pero
millones más millones menos, pecata minuta, los Vázquez Raña
siguieron invirtiendo. Un año después, en 1987, compraron en 15 mil millones de
viejos pesos el Hospital Humana, rebautizado como Hospital Angeles. Olegario
Vázquez, hermano de Mario y dueño en ese año de 15 empresas, quedó al frente
del nuevo negocio y negó ser prestanombres “de nadie”, mientras que el nuevo
empresario periodístico dijo no tener “el más mínimo temor de que me
investiguen por todos lados”, ya que “soy el hombre más limpio bajo las
estrellas”.