domingo, 8 de febrero de 2015

Mario Vázquez Raña, ¿prestanombres de Luis Echeverría?

Tulio Ortiz Uribe

La Paz, BCS.- Cercano a los políticos del PRI y al presidente Enrique Peña Nieto, dueño de una considerable fortuna amasada a la sombra de poder, hoy falleció el empresario Mario Vázquez Raña.
Eterno dirigente del Comité Olímpico Mexicano, era dueño y director general de Organización Editorial Mexicana, que cuenta con 56 diarios (entre ellos El Sudcaliforniano) dos estaciones de radio y una televisora. Esta es su historia:

En 1972, durante el mandato de Echeverría Alvarez, el gobierno adquirió lo que entonces se llamaba Cadena García Valseca, propiedad del coronel José García Valseca, conformada por 35 diarios de provincia, El Sol de México y el diario deportivo Esto. Supuestamente la empresa tenía grandes adeudos bancarios y fue intervenida por el ente financiero paraestatal Somex, para, según se dijo en ese entonces, evitar su quiebra.
Sin embargo cuatro años después, en 1976 y pocos días antes de dejar el poder, sin mediar licitación o explicación alguna, el gobierno de Luis Echeverría vendió el grupo de periódicos al empresario mueblero Mario Vázquez Raña, su amigo, quien nombró como funcionarios de la cadena nada menos que a dos cercanísimos hombres de Echeverría, ex miembros de su gabinete: Fausto Zapata Loredo, exsecretario de la Presidencia y a Mario Moya Palencia exsecretario de gobernación. Las ligas eran por demás evidentes.
No obstante las críticas, Vázquez Raña negó es ese tiempo ser prestanombre o tener relación alguna con el presidente Echeverría. Sin embargo en 1986, Eduardo García, hijo del coronel García Valseca, denunció públicamente que su padre fue despojado por Echeverría Alvarez de la cadena de periódicos más grande de América Latina.
Eduardo García dijo a la prensa tener los documentos que avalaban su versión. Relató que en 1972, cuando su padre se percató de la intenciones de Echeverría de quedarse con la cadena de periódicos, trató de vendérsela a don Eugenio Garza Sada, jefe del Grupo Monterrey, pero la operación se frustró por el asesinato del industrial a manos de un grupo guerrillero que pretendió secuestrarlo. “Tengo en mi poder un cheque por 14 millones de dólares, relató el hijo de García Valseca al semanario Proceso en 1986, que demuestra que la operación se haría con Garza Sada”, y explicó que en el momento que la Cadena pasó a manos de banca Somex, sus adeudos con Pipsa y Nacional Financiera eran de alrededor de 200 millones de pesos y que el consorcio estaba valuado en más de mil millones. “Pero a mi padre le dieron una miseria: 100 millones de pesos en cinco abonos” Y agrega: “Ahora, según Vázquez Raña, la Cadena vale 500 millones de dólares”.
Para Eduardo García Valseca, los documentos en su poder demuestran que “Mario Vázquez Raña es prestanombres de Echeverría; todos los negocios del expresidente los maneja Vázquez Raña”.

El libro que no se publicó

El 11 de febrero de 1986, el periodista Carlos Loret de Mola fue encontrado muerto en una barranca, entre los restos del Mercedes Benz que conducía por la carretera Ciudad Altamirano-Zihuatanejo, en condiciones que hicieron dudar a sus familiares que se tratara de un accidente. De las pertenencias que llevaba, se pudo rescatar, según la policía, un fólder con ocho cuartillas que formaban parte del original del libro Mi Coronel, que estaba escribiendo el periodista. Sin embargo sus familiares insistieron en que llevaba los originales completos del libro, así como fotografías y otros documentos testimoniales.
Para el hijo del coronel García Valseca, “sin lugar a dudas Mario Vázquez Raña es una de las personas más interesadas en que no se llegara publicar” el libro de Loret de Mola, pues en él “se trata de desenmascarar al expresidente Luis Echeverría y de poner en su lugar a Mario Vázquez Raña, quien aunque lo niegue, sigue manejando todos los intereses de Echeverría”.

“Soy el hombre más limpio bajo las estrellas”
La tesis de ser prestanombre se fortaleció cuando el 12 de junio de 1985, Mario Vázquez Raña compró, en 41 millones de dólares --y  la promesa de inyectarle 30 millones más--, la agencia norteamericana de noticias United Press International (UPI), la segunda más importante del mundo. Pero el desconocimiento del mundo periodístico por parte del empresario mueblero, y sus decisiones poco acertadas, hicieron que UPI se viniera abajo, luego de que 10 de los más importantes periódicos de Estados Unidos y de otros países, como el New York Times o el Mainichi de Japón, cancelaran el servicio.
Un antiguo director de UPI, Luis Nogales, declaró en ese año: “Durante los dos años de crisis yo conservé la clientela de la agencia. Desde que llegó Vázquez Raña UPI ha tenido pérdidas. Es su problema”.
Andrew Radolf, por su parte, escribió que “Existe el sentimiento generalizado de que los métodos administrativos de Vázquez Raña –descritos por el personal como insensatos y tiránicos—han creado un clima de temor en la empresa, pues el personal se siente inseguro en relación con su trabajo y el rumbo que toma la agencia”.
En efecto, luego de cancelaciones del servicio, renuncias y cese de periodistas calificados, varios de ellos con 25 años de trabajo en la agencia, el empresario tuvo que vender UPI con una pérdida neta de 40 millones de dólares
Cuando un periodista del New York Times le preguntó a Vázquez Raña dónde había sacado el dinero para comprar la agencia, dijo: “El dinero para comprar la UPI no viene de mis periódicos, sino de los 80 millones aproximados (de dólares) que gané con la venta de mis intereses en el negocio de los muebles de mi familia, en 1882”. Pero luego se contradijo. En una entrevista con el Washington Times, dijo que la venta sólo le reportó 26 millones, y que “la confusión pudo haberse derivado de que también vendí dos compañías de bienes raíces en 22 y 20 millones, respectivamente”.
Y vino la tercer contradicción: al periódico Financial Times declaró que había vendido sus compañías de bienes raíces en 32, no en 42 millones, y que su parte en el negocio de muebles de la familia era de 25 millones, no de 26.
Pero  millones más millones menos, pecata minuta, los Vázquez Raña siguieron invirtiendo. Un año después, en 1987, compraron en 15 mil millones de viejos pesos el Hospital Humana, rebautizado como Hospital Angeles. Olegario Vázquez, hermano de Mario y dueño en ese año de 15 empresas, quedó al frente del nuevo negocio y negó ser prestanombres “de nadie”, mientras que el nuevo empresario periodístico dijo no tener “el más mínimo temor de que me investiguen por todos lados”, ya que “soy el hombre más limpio bajo las estrellas”.