Las delegaciones federales, para premiar lealtades, colocar amigos y pagar facturas
Tulio Ortiz Uribe
En mayo del 2008, luego de que el gobierno
Federal nombrara a los delegados del Registro Agrario Nacional, IMSS y
Sedesol en el estado (los tres sin
mayores méritos ni capacidad) el gobernador Narciso Agúndez Montaño hizo lo que
popularmente se llama “un oso” y dijo en tono molesto que enviaría “un escrito de protesta al
presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, por la designación unilateral
de delegados federales”.
Irritado, pidió “ser tomado en cuenta ya que estas decisiones
inciden de manera directa en el desarrollo económico y social de la entidad”. No se sabe si el cabeño envió la dichosa carta, pero lo único cierto
es que nadie le hizo caso y desde gobernación se siguen palomeando a los
representantes de las diversas secretarías y organismos federales que operan en
Baja California Sur. Seguramente el actual gobernador hará algunas propuestas y
recomendaciones, con el fin de colocar algunos amigos que no tuvieron cabida en
su administración.
El gobierno Federal tiene mil 390 delegados
en todo el país. Son posiciones muy bien cotizadas por los altos salarios (120
mil pesos mensuales brutos más otras prestaciones) y las prerrogativas que el
puesto conlleva. Se critica el hecho de que sean otorgadas a partir de
criterios políticos y personales, ya que se dan generalmente a militantes del
partido en el poder y son designados aun cuando la mayoría no cumple con los perfiles profesionales y técnicos que exige
la Ley del Servicio Profesional de Carrera.
Desde que el PAN llegó al poder en el 2000
con Vicente Fox, y luego con Felipe Calderón, se instituyó la práctica de
repartir posiciones a amigos, empresarios, candidatos perdedores y aliados
políticos de otros partidos, como en el caso de la presidenta del SNTE, Elba
Esther Gordillo, quien ha ubicado a maestros incondicionales como delegados del
ISSSTE y de la Secretaría de Educación Pública.
El pasado delegado del ISSSTE en el estado, Efraín
Monreal Gastélum, fue miembro en dos ocasiones del Comité Ejecutivo Nacional
del SNTE y Secretario General de la Sección II de dicho sindicato en Baja California.
Fue gente muy cercana a la profesora Gordillo.
Dos delegaciones en el estado se entregaron
como premios de consolación a militantes panistas, perdedores de una elección: la de Economía, para Alfredo Polanco Álvarez y la delegación de la Comisión Nacional
para la Protección y Defensa de los Usuarios
de Servicios Financieros (Condusef), para Carlos Rodríguez Bucheli. Ambos no
contaban con la experiencia mínima para el cargo.
Polanco Alvarez, egresado de la Universidad
Autónoma de Guadalajara en la carrera de licenciado en Derecho, fue agente del
Ministerio Público del Fuero Común en La Paz y Comondú; subdirector de
Averiguaciones Previas y Control de Procesos en Los Cabos y subprocurador
Regional de Justicia en la zona sur del Estado. En el 2001 contendió por el PAN
a la presidencia municipal de La Paz y perdió. De acuerdo con su currículum,
nunca ha tomado algún curso relacionado con la economía.
El otro caso, patético, es el de
Carlos Rodríguez Bucheli. En su
currículum dice textualmente en lo relativo a nivel de escolaridad: “Curso de Mercadotecnia
y Publicidad en la
Escuela Técnica de Publicidad, de la Asociación Nacional
de Publicidad”. Es todo lo que registra como preparación académica. Pero eso sí, consigna en el
documento que es “miembro activo del PAN desde 1999” ; candidato a la
gubernatura de BCS en 1998 y presidente estatal del blanquiazul del 2003 al
2005, año en que fue nombrado delegado por Luis Pazos, el director general de
la Institución.
En agosto del 2008 el
delegado de gobernación en el estado, José Luis Suárez Flores, fue destituido y consignado ante la PGR por presuntos actos de
corrupción. De militancia panista, era el representante de esa secretaría desde
el 16 de noviembre de 2001. Suárez Flores fue jefe de personal de Exportadora
de Sal; director general del Registro Público de la Propiedad y el Comercio en
el Municipio de la Paz y director general de Seguridad Pública y Transito
Municipal en Mulegé. En su declaración patrimonial del 2003, consigna un
salario mensual neto de 96 mil pesos mensuales. Un ciudadano que declaró ante las autoridades de SFP y Segob, dijo haber recibido del funcionario un permiso para realizar peleas de gallos con cruce
de apuestas y diversos sorteos, a cambio de un pago de 2 mil 500 pesos. Fue destituido pero no se le hicieron mayores cargos.
Sin esperar a que fuera juzgado, el PAN
estatal se apresuró a seguir un
procedimiento para expulsarlo, ya que “su conducta le causa un perjuicio a la
imagen de Acción Nacional”, según dijo el dirigente Alfredo Zamora García.
Amalia Camacho Álvarez,
delegada del Secretaría del Trabajo y Previsión Social. Llegó a ese cargo sin
tener alguna experiencia en la administración pública; fue nombrada sólo por su
militancia panista. Sus antecedentes académicos y profesionales no revelan nada
excepcional: “ponente profesional en temas del ámbito laboral; ponente en foros
internacionales de emprendedores y liderazgo; asesora de organizaciones
empresariales en áreas de capacitación, cultura y educación”. Cabe aclarar que en su currículo no consigna en qué "foros internacionales" participó, ni qué organizaciones empresariales asesoró
Pero también los empresarios leales al régimen
calderonista, fueron premiados con una
representación. Félix Fernández González fue designado delegado de la
Secretaría de Desarrollo Social. No tiene antecedentes en la administración
pública federal. Originario de Hermosillo, Sonora, es diseñador industrial por la Universidad Autónoma
Metropolitana.
Su currículo consigna las empresas de las
que es socio o accionista mayoritario: Grupo Corf, SA; Desarrollos
Inmobiliarios de Los Cabos, SA de CV; Diseño y Proyectos del Caribe, SA de CV y
Constructora de Desarrollos Turísticos, SA de CV.
Gente con más experiencia en la administración pública fue desplazada por personajes como Fernández González.
Gente con más experiencia en la administración pública fue desplazada por personajes como Fernández González.