Frente Nacional Anti-Amlo (FRENAAA): dieciocho ideas para
comprender su irrupción y su estrategia
David Pavón-Cuéllar
El pasado 30 de mayo, en diversos lugares de México, se
realizaron caravanas de automóviles para protestar contra el gobierno de Andrés
Manuel López Obrador.
La protesta fue convocada y coordinada por el Frente
Nacional Anti-Amlo (FRENAAA). Tanto la irrupción de este nuevo frente como su
inédita estrategia resultan incomprensibles si no consideramos lo siguiente:
1. Fueron muy pocos manifestantes movilizados, entre decenas
y centenares en cada ciudad, apenas algunos miles en todo el país. Nos parecen
más de los que fueron porque llamaron la atención con su apariencia y su
estrategia, porque dispusieron sospechosamente de una desproporcionada
cobertura mediática y porque un automóvil no sólo ocupa el espacio de al menos
diez personas a pie, sino que tiene un movimiento rápido que le permite
provocar la ilusión de multiplicarse y estar en varios lugares a la vez. Todo
esto ha contribuido a que imaginemos que hubo una gran movilización, cuando en
realidad cualquier pequeña protesta nacional e incluso estatal o local tiene
una mayor convocatoria. Un contingente de cualquier manifestación de la CNTE en
Morelia, por ejemplo, cuenta con más personas que la suma de todas las
caravanas del FRENAAA. El mismo frente, según su propio testimonio, cuenta con
menos de setenta miembros activos.
2. La debilidad numérica de los miembros del FRENAAA y de
aquellos a quienes convoca no debe hacer que subestimemos ni su poder ni su
importancia. La capacidad que han tenido para parecer más de los que son es la
misma que tendrán para lograr sus propósitos. Esta capacidad no estriba en lo
que son por sí mismos, sino en lo que parecen, en su apariencia, la cual, a su
vez, radica en lo que poseen, como sus grandes automóviles, su influencia en
los medios y en general su poder económico. Tienen mucho por lo que debemos
tomarlos en serio. Debemos preocuparnos por ellos, aunque sean pocos, porque de
algún modo son tanto como lo que tienen. Este ser es aparente
porque no lo son, porque solamente lo tienen, pero es real porque el tener se
confunde con el ser en una sociedad capitalista como la nuestra.
3. Nuestra sociedad nos confunde con lo que poseemos. La
posesión de un vehículo, por ejemplo, es la que le permite a un manifestante
del FRENAAA ocupar más espacio, moverse a gran velocidad por diferentes lugares
y así multiplicarse y ser más que lo que realmente es. El mismo ser puede
expandirse con una difusión mediática desproporcionada que también depende
claramente de lo que se tiene, como la influencia o los contactos
en los medios, influencia y contactos que se obtienen a su vez del poder
económico.
4. La posesión de riqueza, el tener dinero, es
la más importante de las posesiones y de la que suelen depender, en última
instancia, las apariencias de ser más de lo que se es. Un
rico es más, pesa más, cuenta más y detenta mayor poder que muchos
mexicanos porque tiene más que ellos, más riqueza material que
ellos. Es por esta posesión económica por la que debemos tomar en serio al
FRENAAA, compuesto precisamente de personas pudientes que pueden ser mucho más
de lo que son. El inspirador y dirigente del FRENAAA, el accionista de Soriana Pedro
Luis Martín Bringas, pertenece a una familia con una fortuna de 3,200
millones de dólares (aproximadamente 70,000 millones de pesos). Tener esto
permite ser millones al ocupar su espacio callejero y
mediático, al comprarlos y cooptarlos, al contratarlos como publicistas o
como bots, al desdoblarse en ellos gracias a telenovelas,
publicidades, noticias distorsionadas, opiniones tendenciosas y otros onerosos
medios ideológicos de subjetivación y no sólo de persuasión y manipulación.
5. Cuando aseguran que son millones, los participantes en el
FRENAAA están mintiendo, pero también están revelando su verdad, la de ser los
millones en los que pueden multiplicarse gracias a su poder económico. Este
poder económico de los de FRENAAA es el que les permite menospreciar los
treinta millones de votantes de López Obrador. Es el mismo poder que
anteriormente se multiplicaba por decenas de millones de votos directamente
comprados con despensas, televisiones, tarjetas de Soriana o
dinero en efectivo, pero también indirectamente adquiridos a través de la
posesión de los medios y de la compra de los periodistas y de los gobernantes o
sus funcionarios. Es el mismo poder con el que gobernaron Peña Nieto, Calderón
y los anteriores, el mismo que le robó las últimas elecciones a López Obrador,
el mismo que usurpó la soberanía de nuestro demos, impidiendo así
que hubiera democracia en México durante varias décadas.
6. El poder económico del FRENAAA es el que pervirtió al
régimen democrático mexicano hasta convertirlo, desde los tiempos de Miguel
Alemán, en un gobierno plutocrático, de los ricos y para los ricos, del dinero
y para el dinero, a costa de la inmensa mayoría de la población reducida a
fuerza barata de trabajo. Tiene razón quien grita enfurecido que esta fuerza es
la que mueve a México. Esta fuerza de los obreros, campesinos y demás
trabajadores es la que siempre ha movido a México, pero es también la que
siempre ha sido explotada y así transmutada en el poder económico de aquellos,
ahora bien representados por el FRENAAA, que son los que siempre han decidido
hacia dónde se mueve México.7. Es comprensible que los ricos empresarios del
FRENAAA piensen que son quienes mueven al país. Hasta podríamos asentir y
conceder que sí, que de algún modo son quienes mueven a México, pero que lo
hacen con la fuerza de los trabajadores, con la riqueza producida por aquellos
a quienes explotan. Es con esta riqueza expoliada, convertida en el poder
económico de quienes la roban, con la que nuestros grandes empresarios han
movido a México a su modo al corromper a los políticos (Walmart y Grupo
Higa), retrasar la democratización del país (Monex y Soriana),
intoxicar y enfermar los cuerpos de la mayor parte de la población (FEMSA y Bimbo que
ahora naturalmente se alían contra el etiquetado en alimentos), degradar sus
mentes y su inteligencia (Televisa o Televisión Azteca), devastar el
territorio nacional (Grupo México) y propiciar la violencia del crimen
organizado al nutrirlo y lavar su dinero (Televisa y HSBC).8.
Es con la misma riqueza robada con la que muchos de los participantes en el
FRENAAA (ciertamente no todos) pudieron comprar los automóviles y los otros
medios con los que se multiplican y se expanden. Hay que entender bien que lo
que estos empresarios tienen, lo que les permite ser más
que lo que son, es lo que han robado a quienes explotan con salarios de
hambre y con algunas de las tasas de plusvalía más altas del mundo. El nivel de
explotación en México es tal que basta para explicar esos éxitos del
empresariado mexicano de los que tanto se ufanan los miembros del FRENAAA.
9. El FRENAAA es un frente de choque de los grandes empresarios
de México, los cuales, como los de cualquier país en el que prima el
privilegio, destacan por su mediocridad. Las inmensas fortunas de México no han
sido producto generalmente ni de ideas geniales ni de grandes esfuerzos o
sacrificios, sino de las familias en las que se nace, las herencias que se
reciben, los contactos con los que se cuenta, el favoritismo que prima en el
seno de la oligarquía, los sobornos que se reparten, los impuestos que se
evaden, los sucios abogados infalibles que trabajan para uno, las relaciones
deshonestas que se establecen con el régimen corrupto en turno, la falta de
escrúpulos en la actividad empresarial y principalmente la explotación atroz de
la fuerza de trabajo. Los trabajadores producen una riqueza enorme que la sociedad
mexicana pierde cotidianamente porque los empresarios la despilfarran en sus
onerosos viajes al extranjero, la dilapidan en sus demás lujos desmedidos, la
usan para corromper a políticos, la administran mal y la transfieren a cuentas
e inversiones en Estados Unidos, en Suiza, en la tierra de sus padres o abuelos
españoles o en algún paraíso fiscal.
10. La oligarquía mexicana, quizás derrochadora entre amigos
y familiares, es extremadamente mezquina con el resto de la sociedad, como lo
muestra no sólo su ruin explotación de los trabajadores, sino también su
impulso irresistible a evadir impuestos. Este impulso es quizás uno de los
factores decisivos que han dado lugar al FRENAAA. El frente de los grandes
evasores quiere a un presidente que los exonere de sus obligaciones fiscales,
que les perdone sus impuestos, que les permita robarle así a la sociedad
mexicana toda la riqueza que ella misma produce.11. Lo que
está en juego es tan importante que el FRENAAA está recurriendo a “medios
legales” para obligar a López Obrador a separarse de la presidencia y poner en
su lugar a un incondicional, como lo eran Calderón y Peña Nieto, que les ayude
a no ceder ni siquiera una parte de su botín. Existe un alto riesgo de que
veamos operar muy pronto en México esa maquinaria jurídica golpista que ya se
puso en operación en el desafuero de 2004-2005 y que luego las oligarquías
latinoamericanas han utilizado exitosamente en Honduras, Paraguay y Brasil. El
FRENAAA está pensando incluso en estrategias más radicales. Uno de sus
líderes, Pedro Ferriz Hijar, ha consultado a sus seguidores si
apoyarían un golpe de estado en México. Otro de los dirigentes más
visibles de FRENAAA, el exdirector de FEMSA Gilberto Lozano González, ha
sido aún más explícito al pedir a los altos mandos de las Fuerzas Armadas
que se decidan entre los mexicanos y López Obrador, es decir, entre la
oligarquía de la que él forma parte y el gobernante que ganó democráticamente
las últimas elecciones. Escuchar a Lozano es como escuchar a quienes prepararon
y orquestaron los golpes que ensangrentaron las tierras sudamericanas en el
pasado. Los mismos sectores pudientes que apoyaron las dictaduras militares de
ayer son los que ahora, en cada país latinoamericano, hacen todo lo posible
para destruir los regímenes democráticos en los que se ha intentado que prime
al fin un estado de derecho en América Latina. La democracia y el derecho son
lógicamente incompatibles con la oligarquía fundada en el privilegio.12. El
FRENAAA puede llegar al extremo de alucinar una orientación comunista en el
actual régimen porque la democracia y el derecho fueron siempre vistos como
“comunismo” por los sectores oligárquicos latinoamericanos. Lo que el FRENAAA
llama “comunismo” es cumplir con obligaciones como las tributarias, carecer de
privilegios, ejercer los mismos derechos que la gente de la calle, tener un
voto que valga tanto como el de ellos, ser iguales que ellos y no ser
más que ellos únicamente por tener más que ellos (por
tener más dinero, por ocupar más espacio con un automóvil de lujo o por tener
mayor presencia e influencia en los medios). La más tímida justicia democrática
es comunismo para las oligarquías latinoamericanas.
13. Al considerar el anticomunismo del FRENAAA, debemos
recordar a los escuadrones de la muerte que se hicieron llamar “anticomunistas”
para justificar sus acciones de aniquilación contra los pueblos
centroamericanos que luchaban por la democracia. Los sectores pudientes que
pagaron a esos sicarios son los mismos que ahora constituyen el FRENAAA. Si
estos sectores europeizados y blanqueados aplicaran al resto del mundo el mismo
criterio que utilizan para Latinoamérica, entonces deberían descubrir el
comunismo en la mayor parte de los países democráticos europeos y blancos por
los que suspiran, pero lo que les interesa de esos países no son las
instituciones democráticas, sino tan sólo el perfume y la moda.
14. Lo que más quisiéramos los comunistas es que el régimen
de López Obrador fuera comunista, pero no somos tan políticamente iletrados
como para imaginar que lo es o que puede llegar a serlo. En esto es claro que
la gente del FRENAAA está en un craso error. Sin embargo, a través de su mismo
error, vislumbra sin querer una profunda verdad, que es la afinidad esencial
entre la democracia y el comunismo. Si los del FRENAAA pueden alucinar
comunismo en la democracia, es quizás porque adivinan que el único sistema
plenamente democrático es el totalmente igualitario por el que luchamos los
comunistas, pero esto se encuentra demasiado lejos de lo que tenemos o podemos tener
con López Obrador.
15. El anticomunismo del FRENAAA es un rasgo característico
de la ideología de extrema derecha. Debemos entender bien que el FRENAAA es un
grupo ultraderechista. Lo es no sólo por su estrategia golpista, su
intolerancia estridente y su actitud antidemocrática, sino por las filiaciones
políticas de sus miembros. Muchos de ellos provienen de la facción
ultraconservadora del PAN y de grupos antiabortistas como ProVida. Uno de
sus líderes es Juan Bosco Abascal, abiertamente racista y antisemita como
sus hermanos y como su padre, el dirigente sinarquista Salvador Abascal
Infante, quizás el más famoso filo-nazi mexicano y uno de los principales
referentes de la extrema derecha en el país. Además de sus declaraciones
homofóbicas y de adhesión a Trump, Juan Bosco Abascal ha revalorizado
a Hernán Cortés como libertador de los indios y ha descrito la revolución
mexicana como una conspiración masónica. Estas formas de conspiracionismo
delirante y de revisionismo histórico son también características de la
ultraderecha.
16. No debemos olvidar que el FRENAAA forma parte de la
ensangrentada trinchera ultraderechista que siempre ha luchado por la
desigualdad. Es la misma trinchera de los escuadrones de la
muerte de América Latina, los paramilitares colombianos, las más
violentas dictaduras sudamericanas, el nazismo y el fascismo, Hitler y
Mussolini, Franco y el franquismo, el holocausto y otros genocidios. Para
quienes piensen que México no es fecundo para estas atrocidades, hay que
recordar a los halcones y grupos de porros anticomunistas, a los
integrantes del MURO (con su evocación metafórica tan similar a la de
FRENAAA), a quienes asesinaron a centenares de chinos (300 en
Torreón, 200 en Chihuahua y 600 en Monterrey) o los dejaron morir de hambre en
un campo de exterminio en la Isla María Magdalena (1700 muertes), y a
esos camisas doradas que se inspiraban de los camisas pardas nazis y
que protestaban a caballo contra el supuesto comunismo de Lázaro Cárdenas (tal
como sus nietos del FRENAAA protestan ahora en automóviles contra el supuesto
comunismo de López Obrador). La historia se repite. Esperemos que lo haga como
farsa y no como tragedia. Para evitar un desenlace trágico, tal vez ya vaya
siendo tiempo de organizar acciones antifascistas en México.
17. El discurso de Juan Bosco Abascal es de odio y desprecio
hacia la “mayoría” de los mexicanos, a quienes describe como “analfabestias”
o “chusma con infracultura”, y hacia el actual régimen descrito como “el
malo” y como la “oclocracia” o el “gobierno de la chusma”. Otros líderes de
FRENAAA mantienen discursos aún más violentos y maniqueos en los que no se deja
de ofrecer una imagen de la sociedad mexicana escindida entre bandos
contrarios. Lo desconcertante es que el mismo FRENAAA insista en que es el
actual régimen el que ha dividido a la sociedad mexicana.
18. Resulta evidente que la división tan sólo ha sido
visibilizada por el actual régimen, pero que ya existía desde antes. La
división de la que se trata no es entre quienes atacan y quienes defienden a
López Obrador, sino entre los de arriba y los de debajo, entre los explotadores
y los explotados, entre los oligarcas y “la plebe”, entre los ricos y la
“chusma”, entre los identificados con los de arriba y los “chairos” que
prefieren identificarse con los de abajo. Esta división de clases existe en
cualquier sociedad y su encubrimiento sólo puede servir a quienes dominan a los
otros. Lo mejor para los dominados es que puedan reconocer que sus peores
enemigos no están en otros países, sino aquí en México, entre sus opresores de
siempre. Desde luego que el régimen de López Obrador no acabará con la
opresión, pero ya es una excelente señal que los opresores estén protestando
contra el régimen.
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Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons. Fuente: Rebelión.org
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