AMLO: aprobación popular creciente
Miguel Ángel Ferrer
Según todas las encuestas del dominio público es muy alto el
porcentaje de aprobación de los actos de gobierno del presidente López Obrador
y del propio jefe del Poder Ejecutivo. Una aprobación que en general se acerca
al 90 por ciento. Algunos sondeos, ciertamente, no alcanzan esa cifra máxima,
pero están muy próximos a ella. Y en ningún caso bajan del 70 por ciento.
De modo que de cada 10 mexicanos, entre 7 y 9 aprueban los
actos del nuevo gobierno. Se trata indudablemente de un fenómeno social inédito
en la historia de México. Y máxime si se toma en cuenta que se trata de un
porcentaje de aprobación logrado en medio y a contrapelo de una enorme campaña
de descalificaciones y ataques contra el presidente y su gobierno por cuenta
del conservadurismo mexicano.
Una campaña que bien podría calificarse de guerra sucia, de
propaganda negra, de terrorismo informativo y hasta de sabotaje económico. Una
campaña que reedita los modos y los propósitos de la tristemente célebre
cruzada antiobradorista que se expresó en la frase “López Obrador es un peligro
para México”.
En el ámbito de la economía ahora se habla, por ejemplo y
sin ninguna base objetiva, de un inminente colapso de Petróleos Mexicanos. De
la imposibilidad de recuperación financiera de la paraestatal. De una política
oficial de nuevos gasolinazos. De peligros de nuevas etapas de desabasto de
combustibles. De un presente y un futuro de caída en la producción de estos
estratégicos bienes.
A este terrorismo informativo lo proveen de abundantes
municiones las empresas financieras, la calificadoras, los bancos privados
nacionales y extranjeros y la industria de la especulación financiera y
monetaria.
Y por lo que toca a la esfera política se habla
calumniosamente de un regreso al viejo autoritarismo pripanista. De un nuevo
tlatoani, de una renovada dictadura unipersonal, de un presidente iluso,
demagogo y mesiánico.
Nada de esto ha servido para disminuir o detener la
aprobación popular a López Obrador. Más bien ha ocurrido lo contrario. Cada
ataque infundado, cada calumnia, cada pronóstico catastrofista redunda en el
incremento de la aprobación popular del nuevo gobierno.
Y es que la testaruda realidad es más poderosa que los
infundios. Existe una atmósfera social de satisfacción con lo hecho y de esperanza
en nuevos y más importantes logros.
Es claro que mientras López Obrador continúe por la ruta de
gobernar para el pueblo, de gobernar para todos y no sólo para la plutocracia,
la enorme aprobación popular al nuevo gobierno tenderá a mantenerse y consolidarse.
Blog del autor: www.economiaypoliticahoy.wordpress.com
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