La Paz, crecimiento descontrolado y anárquico
Tulio Ortiz Uribe
Debido a la falta de políticas de control, de un plan de desarrollo
urbano bien estructurado y al aumento de la demanda de vivienda de bajo precio,
la ciudad de La Paz ha tenido un crecimiento descontrolado y anárquico, que ha
traído como consecuencia el incremento de los costos para dotar de servicios
básicos a una población dispersa en colonias de la periferia, que ya muestra
una marcada segregación social y económica.
Utilizar cada día más suelo, recursos y servicios municipales por
habitante, resulta ya inviable, si se toma en cuenta los graves problemas económicos
del municipio, que lo tienen al borde de una crisis financiera.
En las siguientes décadas, las autoridades municipales deberán
enfrentar a numerosos y grandes retos: “garantizar la provisión de agua
potable, implementar medidas de adaptación y mitigación a los efectos del
cambio climático, promover la justicia social, crear sostenibilidad fiscal a
largo plazo y proteger los frágiles ecosistemas marinos y terrestres de la
región”.
Además, la ciudad debe reducir la pobreza y mantener “la salud
económica del núcleo histórico de la ciudad, promoviendo el turismo y
administrando adecuadamente el desarrollo en beneficio de los actuales y
futuros residentes”
Lo anterior son algunas de las conclusiones y recomendaciones que se
proponen en el estudio: “Análisis histórico del uso del suelo y futura huella
urbana de La Paz”, elaborado por la consultora Geoadaptive LLC, para el Banco
Interamericano de Desarrollo (BID).
Si no se toman medidas, agrega el documento, en 16 años la ciudad
duplicará su mancha urbana, “lo cual impactara la gestión de la ciudad en una
forma estructural, ya que bajo esta tendencia y el patrón de crecimiento de
ciudad dispersa”, obligará a las autoridades a multiplicar el gasto en servicios
municipales y de infraestructura, tales como transporte, educación, salud,
agua, electricidad y alcantarillado.
Tal condición no es viable, afirman los analistas, y por tanto es
fundamental para la sostenibilidad del desarrollo urbano, que “se tomen las
acciones correctivas de esta trayectoria tan demandante e insostenible”
El estudio, elaborado para el Programa de Ciudades Emergentes y
Sostenibles del BID, enfatiza que luego de agotarse la vivienda en las zonas
centrales y con mejor infraestructura urbana de La Paz, “los desarrolladores
han acudido a la búsqueda de parcelas de tierra de bajo costo en la periferia y
las afueras de la ciudad, a fin de desarrollar una oferta de vivienda que se
ajuste a las realidades económicas del paceño. Esta situación se ha exacerbado
debido al crecimiento poblacional, el cual ha alcanzado el 28% entre los años
2000 y 2010”
Pero eso no es todo, el
desarrollo de colonias y corredores habitacionales en la periferia de la
ciudad, está trayendo una serie de problemas sociales tales como la pérdida de
cohesión, y una marcada segregación social y económica del espacio urbano.
“Desde la perspectiva social, se lee en el reporte, un patrón de huella
urbana dispersa genera inestabilidad y descohesión social debido al incremento
de las distancias y al aislamiento que sufren las nuevas comunas. Asimismo,
esta situación se ve exacerbada debido a que las zonas desarrolladas en la
periferia usualmente correspondan a la población con menor poder adquisitivo y
mayor marginalidad social y económica”
(Datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo
Social (Coneval), en el 2012 el 28 por ciento de la población de La Paz eran pobres
y pobres extremos, algo así como 80 mil personas. Adicionalmente, en una escala
de 0 a 100, La Paz obtuvo en ese año un porcentaje cercano a 20, entre 200
municipios estudiados, en delitos como homicidio, violación, lesiones, robo con
violencia y extorsión, según el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y
Justicia penal, AC)
Se consumen espacios urbanos y
agrícolas
El informe alerta sobre el desplazamiento de espacios urbanos abiertos,
así como de uso agrícola, “ambos de gran importancia para la sostenibilidad de
la ciudad”, y agrega que es importante “evaluar esta trayectoria no solo desde
la perspectiva de qué o cuánto se desplaza, sino además dónde. Por ejemplo, los
suelos de usos agrícolas desplazados son los de mayor cercanía a la ciudad y
por ende los más importantes para minimizar la huella verde de la ciudad”
Al respecto, prevé que la mancha urbana pasará de 5 mil 425 hectáreas
que tiene actualmente, a más de 10 mil 200 proyectadas para el 2030. “Este
consumo del recurso suelo es insostenible debido a que impacta de una forma
substancial los usos alternativos que puedan darse en dichas áreas”, tales como
la producción de alimentos para los habitantes de las ciudad.
Otro problema que enfrenta un patrón de “ciudad dispersa” es el transporte.
La necesidad de movilidad “de
personas, materia y energía hacia y
desde dichas localidades da como resultado un uso masivo de los medios de locomoción. La red de movilidad se satura
y los intentos para liberarla de la congestión con más kilómetros de red, desembocan en un aumento
de la congestión y de las variables que están
relacionadas con ella”. Por tanto, en la ciudad difusa aumenta,
necesariamente, la emisión de gases a la
atmósfera, la superficie expuesta a niveles de ruido inadmisibles, el número de
accidentes y el número de horas laborales perdidas por desplazamientos.
Critica el hecho de que se siga considerando al turismo como la
principal fuente de recursos, ya que esto ha traído una serie de problemas de
tipo ambiental sobre los recursos naturales por causa de la construcción de
complejos turísticos modernos y de un crecimiento urbano descontrolado en zonas
no aptas.
Es el caso del agua. La ciudad de La Paz, advierte, “por su característica desértica y de poca precipitación, ha sufrido históricamente problemas de abastecimiento de agua para la población. La sobre explotación de los mantos acuíferos ha puesto en entredicho la vocación turística de la ciudad y la sostenibilidad de su modelo actual de desarrollo, lo que está forzando a las autoridades a replantearse su futuro con base en la disponibilidad de recursos hídricos. Asimismo, la sobre explotación de aguas subterráneas ha generado problemas de intrusión salina, empeorando aún más su frágil relación con el agua”
Es el caso del agua. La ciudad de La Paz, advierte, “por su característica desértica y de poca precipitación, ha sufrido históricamente problemas de abastecimiento de agua para la población. La sobre explotación de los mantos acuíferos ha puesto en entredicho la vocación turística de la ciudad y la sostenibilidad de su modelo actual de desarrollo, lo que está forzando a las autoridades a replantearse su futuro con base en la disponibilidad de recursos hídricos. Asimismo, la sobre explotación de aguas subterráneas ha generado problemas de intrusión salina, empeorando aún más su frágil relación con el agua”
Otro aspecto que debe generar preocupación por efectos del cambio
climático es el hecho de que La Paz, ubicada en el litoral, se encuentra en
riesgo de sufrir inundaciones causadas por aumentos en la frecuencia e
intensidad de huracanes y tormentas, el incremento previsto del nivel del mar y
cambios en la disponibilidad de agua. “Se prevé que estos efectos afectarán no
solo a los grupos socio económicamente más vulnerables, sino también a la
industria y la agricultura, así como a la infraestructura municipal existente que
sostiene esta ciudad”, sostiene el análisis.
En cuanto al futuro económico de La Paz, los analistas dicen que actualmente
las condiciones “parecen ser buenas”. Sin embargo, agregan, “el crecimiento
probablemente provenga de muy pocos sectores y cause efectos adversos a la
sostenibilidad de la región. La industria y la agricultura continuarán
contribuyendo a la economía, pero no parecen mostrar tendencia a crecer
significativamente en los próximos años. Estos sectores no podrán solucionar
fácilmente las desventajas competitivas que se derivan de la baja densidad de
población y del aislamiento geográfico de Baja California Sur”
“El comercio y los servicios, continúan, mantendrán su posición como los principales
promotores de la economía, pero el rendimiento de estos sectores es reflejo del
nivel de actividad en la economía general y no proveerá una fuente importante
de crecimiento independiente del turismo. Bajo la tendencia actual, La Paz
crecerá rápidamente en las próximas
décadas a partir de fuentes externas. En particular, el turismo y las empresas
inmobiliarias asumirán un papel de catalizadores del futuro crecimiento
económico. La venta de tierras se ha incrementado en toda la Península debido a
la existencia de clientes extranjeros, que dominan la gran mayoría de las
recientes compras y desarrollos”
Finalmente, hacen una serie de recomendaciones a las autoridades
municipales, ya que si continúa el desarrollo anárquico y descontrolado, se comenzará
a experimentar “problemas más profundos a nivel de dotación de servicios e infraestructura.” A este ritmo, dice, “los asentamientos
humanos desarrollados en la periferia no contarán con la infraestructura básica (agua potable y
alcantarillado, sistemas de drenaje y electricidad), que la ciudad está obligada a proveer. Los costos
para construir la infraestructura urbana son mucho más altos cuando ésta se ve forzada a seguir
el ritmo de los desarrollos, en vez de que éste ocurra en las áreas con infraestructura pública. Una
política explícita que anticipe y ordene las futuras demandas de crecimiento e infraestructura podría evitar inversiones
costosas e innecesarias”
Por tanto, el municipio deberá empezar por definir un modelo de
ordenación del territorio más sostenible, que responda a sus recursos financieros
y al tamaño y condiciones de su infraestructura, y se enumeran una serie de
prácticas en el manejo de ciudades sostenibles, que responden a la problemática
que enfrenta el municipio de La Paz: desarrollo urbano compacto; usos mixtos
del suelo; baja dependencia de vehículos motores y más opciones para transporte
peatonal/bicicleta; preservar los espacios abiertos, suelos agrícolas, la
belleza natural, y las zonas ambientalmente cruciales.
Además, reforzar y dirigir el desarrollo hacia las comunidades (e infraestructuras) existentes; establecimiento de alternativas de transporte multimodal; uso eficiente de los recursos; protección de suelos agrícolas y de alto rendimiento; uso completo de los servicios públicos urbanos como el abastecimiento de agua, alcantarillado, calles, y escuelas y, uso de urbanizaciones mixtas donde la proximidad de comercio, oficinas, escuelas y áreas de recreo permitan caminar entre ellos.
Además, reforzar y dirigir el desarrollo hacia las comunidades (e infraestructuras) existentes; establecimiento de alternativas de transporte multimodal; uso eficiente de los recursos; protección de suelos agrícolas y de alto rendimiento; uso completo de los servicios públicos urbanos como el abastecimiento de agua, alcantarillado, calles, y escuelas y, uso de urbanizaciones mixtas donde la proximidad de comercio, oficinas, escuelas y áreas de recreo permitan caminar entre ellos.