Los grandes negocios con tierras ejidales
Antonio Manríquez Guluarte compra a ejidatario propiedad en Todos Santos en 100 mil pesos, y la revende en 1 millón 290 mil dólares a la familia Salas.
Bajo la presidencia de Carlos Salinas de Gortari, el Congreso de la Unión aprobó en febrero de 1992 diversas reformas al artículo 27 de la Constitución, con el argumento de que así mejorarían las condiciones de vida en las áreas rurales. La iniciativa planteaba que esos cambios permitirían la capitalización del campo, la modernización tecnológica y la seguridad en la tenencia de la tierra.
Pero los pronósticos no se cumplieron. En Baja California Sur las reformas sólo han propiciado la desaparición paulatina del ejido, la formación de nuevos latifundios y la apropiación del territorio por parte de particulares y corporaciones mercantiles nacionales y extranjeras, cuyo propósito es promover desarrollos turísticos y residenciales de gran escala, con los consecuentes costos ambientales y daños irreparables a la estructura social: pobreza, desintegración, migración y pérdida del patrimonio familiar en las comunidades rurales.
De extraordinaria belleza, los amplios litorales del estado despertaron la codicia de propios y extraños. Se hicieron compras simuladas a través de la venta de derechos ejidales a políticos y empresarios; se practicó el despojo mediante notarios, ministerios públicos, jueces y funcionarios municipales; se vendieron propiedades a una décima parte de su valor, por falta de asesoría a los ejidatarios y hoy se cotizan en millones.
El 19 de julio de 1999, cinco meses después de haber perdido las elecciones al gobierno del estado, el diputado Antonio Manríquez Guluarte concretó la compra de un lote de terreno rústico de 8.6 hectáreas (86 mil metros cuadrados) con frente de playa en la delegación de Todos Santos, en la cantidad de 100 mil pesos; o lo que es lo mismo, un peso con 16 centavos el metro cuadrado.
El vendedor fue el ejidatario Valente Amador Villalobos y su esposa Leonor Cadena Martínez. El acto quedó protocolizado mediante la escritura pública 6120, inscrita en el Registro Público de la Propiedad del municipio de La Paz, con el número 679, volumen 241, de la sección primera.
El lote de terreno adquirido por Manríquez Guluarte es una fracción de la parcela 441ZZP1/3 del ejido Todos Santos, cuyo título de propiedad (00577) le fue expedido a Valente Amador por el delegado del Registro Agrario Nacional, el 12 de noviembre de 1996 y registrado nueve días después con el número 542, volumen 220 de la sección primera.
El 29 de mayo de 2001, dos años después de la compra de las 8.6 hectáreas, el ex diputado donó la propiedad a sus hijos Carla, Antonio y Adrián Manríquez Bancalari, mediante la escritura pública 14.177 y cuyo primer testimonio aparece en el número 244, volumen 278 del 16 de julio de 2002.
El ejido se va achicando
Todos Santos es uno de los primeros ejidos constituidos en el estado. Con buen clima y potencial turístico, contaba hace tres años con 6 mil 385 hectáreas, de las cuales 2 mil 450 son de uso común para los 254 integrantes. De las 3 mil 468 hectáreas parceladas, se calcula que ya se vendieron el 50 por ciento.
Hace unos años, el entonces presidente del comisariado ejidal, Salvador Amador Avilés, informaba que el ejido se estaba organizando para crear su propio proyecto inmobiliario, “antes que caer en una mala acción de venta”. Optimista, decía que el único reto es “ponernos en el camino correcto, no vamos a esperar a que venga el inversionista, vamos a hacerlo nosotros mismos."
Reconoció que algunos ejidatarios habían vendido entre 12 y 15 dólares el metro cuadrado, “muy barato, porque vale mínimo 25"; pero que ya no se cometería el error de vender a extranjeros, "para evitar que al ratito México no sea de nosotros porque ellos son los que tienen el billetito verde".
Amador Avilés pedía a sus compañeros que se organizaran y les decía que ya no estaban solos, que con el Programa Nacional de Atención a Zonas con Litorales (Pronazoli), creado en el sexenio de Vicente Fox, recibirían todo el apoyo de los gobiernos local y federal: "Ahora sí, sin malbaratar la tierra y con el apoyo del gobierno, nos vamos para arriba” decía entusiasmado.
Pero todo quedó en el discurso. Ni se organizaron para convertirse en empresarios, ni vendieron a buen precio.
Manrique revende en más de un millón de dólares
Y llegaron los empresarios. El 10 de enero de 2005, ante el notario Jorge Álvarez Gámez, los hijos de Manríquez Guluarte firmaron un contrato de fideicomiso traslativo de dominio por la propiedad de 8.6 hectáreas, a favor de Mar de Ulloa SA de CV, representada por el presidente del consejo de administración, el ya fallecido empresario radiodifusor Guillermo Salas Peyró (Núcleo Radio Mil). El precio acordado por la transacción: 1.290.000.00 (Un millón doscientos noventa mil dólares.)
Un año antes, el 3 de agosto de 2004, mediante oficio 702-988-2004, el municipio de La Paz autorizó la división del predio en 43 lotes con un promedio de 807 metros cuadrados cada uno. Y como ya es costumbre en los municipios, les aceptó la ínfima cantidad de 400 mil pesos por los 8 mil 600 metros cuadrados el área de donación, cuando que su precio andaría por unos tres millones de pesos.
Impulso a Todos SantosEl 14 de junio del pasado año, un boletín de prensa del gobierno del estado dio cuenta de que el poblado de Todos Santos, a través del programa Pueblos Mágicos “recibirá un impulso en su imagen urbana, en donde se busca concretar un relleno sanitario, implementar un programa de reciclaje y la construcción de una planta de tratamiento de aguas residuales”
Se informó de una reunión sostenida entre el gobernador del Estado Marcos Covarrubias Villaseñor y el presidente del Grupo Salas, Fernando Salas Vargas, donde se habló del esfuerzo que el grupo empresarial ha efectuado en los proyectos de Imagen Urbana, Plaza de Armas, Teatro “Márquez de León” y remodelación del centro de la población.
Fernando Salas Vargas, dice el boletín de prensa, informó que se ha iniciado la construcción del relleno sanitario de la localidad por parte de la SEMARNAT, obra que fue cogestionada por el Gobierno del Estado y el Comité de Pueblos Mágicos, además de la implementación del programa de reciclaje que permitirá reutilizar los desechos en beneficio de la propia comunidad.
Mencionó que en los próximos días se expondrá ante el comité de “Pueblos Mágicos” a nivel central la realización de eventos de tallas internacional que promocionen al destino, por lo que en breve se establecerá una agenda conjunta para elevar las propuestas que se acuerden por los prestadores de servicios y hoteleros de Todos Santos.
Así pues, los ejidatarios se quedaron con las ganas de ser empresarios inmobiliarios y turísticos y en poco tiempo no tendrán ni tierras… ni dinero.