miércoles, 21 de septiembre de 2016

Poder y mujer
El "empoderamiento" femenino

Amaru Barahona
Rebelión


A propósito de la candidatura de Hillary Clinton. 
En las catacumbas del patriarcado, durante milenios como sujetos dominados, las mujeres lograron crear y reproducir un acervo de valores propios, que no fueron característicos en la conducta mayoritaria de los hombres. Yo llamo a estos valores como los valores de la feminidad histórica. A saber:
  •  La asunción de un alto sentido de responsabilidad en la reproducción de la especie. 
  •  La inclusión en la toma racional de decisiones de la dimensión afectiva, en contraste con el modelo de racionalidad vacío de consideraciones afectivas que promueve el patriarcado tradicional y, sobre todo, el patriarcado capitalista. Eduardo Galeano llamaba a este aporte de la feminidad histórica como el sentir – pensar. Un acto de interacción entre sentimiento y pensamiento que debe regir las decisiones humanas, en oposición con el acto de pensar que trata de ignorar o subordinar la afectividad emotiva.
  •  La defensa de la paz, la conciliación y el diálogo como antítesis de la guerra, el conflicto abierto y el rechazo a conciliar posiciones.
  •  La prevalencia del interés colectivo (por lo menos, el interés del colectivo familiar), en colisión con la prioridad individualista en el ejercicio de la dominación patriarcal.
Es lamentable. Pero la experiencia del proceso que las y los feministas llaman “empoderamiento femenino”, es decir el acceso de las mujeres a puestos de poder, ha sido decepcionante. La mayoría de las mujeres que han ascendido a altos puestos de poder, lo primero que han hecho ha sido renunciar a los valores de la feminidad histórica, y afirmarse imitando, incluso en sus manifestaciones más grotescas, el estilo y los valores subyacentes con que se ha ejercido el poder patriarcal, especialmente el poder patriarcal capitalista. Los ejemplos abundan: la Tatcher, la Merkel, la Albright, la Timoshenko (Ucrania), la Ashton (Unión Europea). En Nuestra América: la Chamorro, la Moscoso, la Chinchilla, la Michelet. Salvaría como excepciones a Cristina y Dilma; y en el siglo pasado y en la India a Indira Gandhi.
La candidatura de Hillary Clinton en USA se promociona como un ascenso del feminismo. “La primera mujer que será presidente en Estados Unidos”“Su encomiable labor como madre”. “Su preocupación amorosa por los niños”. Muchas y muchos levantan la bandera del “empoderamiento femenino” para apoyarla. Sin embargo, Hillary es un modelo clásico de repudio a los valores de la feminidad histórica y apropiación de las formas más aviesas de dominación patriarcal. 

Como diría un amigo: la Clinton es una genocida acreditada. Nada de hipótesis. Responsable de la destrucción y los genocidios perpetrados en Libia y Siria. “Vine, vi y murió”, celebrando con sonrisa satánica el asesinato de Gadafi, torturado, sodomizado, arrastrado herido, aún con vida, varios kilómetros. Cabe agregar también, el antecedente de la vergonzosa defensa de su marido cuando el escándalo con la becaria Monica Lewinsky  que llegó a hacer prácticas de sexo oral a la Casa Blanca.

La condición sexual de mujer que tiene Hillary, no garantiza nada bueno ni para USA ni para el mundo. Todo lo contrario, es una garantía tenebrosa. Lo que he expuesto hasta aquí, no significa pensar que la opción que tiene el pueblo estadounidense en las actuales elecciones sea el otro candidato del bipartidismo. El matón, ignorante, racista, ególatra y sórdido Donald Trump. El atributo esencial del sistema político usamericano, eso que llaman democracia (¿cuál democracia? diría José Saramago), es el de que está estructurado para bloquear la candidatura viable de un ser humano decente. El caso de Sander, a quien desde varios frentes los poderes fácticos del Establishment le serrucharon el piso sistemáticamente, es un ejemplo elocuente. Cualquiera que sea el resultado de la elección en USA, la humanidad debe prepararse para un futuro sombrío.

lunes, 19 de septiembre de 2016

Lo que sigue

Juan Pérez Medina

Todos los maestros de educación básica y bachillerato se han dado cuenta que en el nuevo régimen laboral que deviene de la Reforma Educativa de Peña Nieto y que se contiene en la Ley del Servicio Profesional Docente (LSPD) es altamente atentatorio contra los derechos conquistados en más de 200 años de lucha obrera.
La LSPD es altamente lesiva e, incluso, se presenta en plena contradicción con el Artículo 123 Constitucional y sus leyes reglamentarias; al atentar contra la libertad de asociación y la acción sindical, pues no permite que el sindicato intervenga en la defensa de sus agremiados y mucho menos que lo haga ante las juntas de conciliación y arbitraje, las cuales están negadas para los trabajadores que se inconforman en la nueva normatividad, con lo que se niega al sindicato mismo.
Es atentatoria contra el derecho a la seguridad en el empleo, pues desaparece la contratación de trabajadores de base e impone nombramientos por tiempo indeterminado sujetos a la evaluación docente y otras causales para la permanencia. Todos los trabajadores que realizaron un movimiento de personal cualquiera (ascenso, permutas, cambios de adscripción, contratación, incremento de horas o doble plaza) en los últimos dos años y que contaban con nombramiento de base (código 10), por ese simple hecho pasaron a trabajadores con nombramiento indefinido (código 20), sujetos al nuevo régimen laboral de la reforma y no sólo aquellos que fueron evaluados.
Ante la ofensiva popular que desplegó la CNTE en todo el país, obligando al gobierno federal a sentarse a la mesa de negociaciones y trazar una ruta de salida a la crisis de ese momento la cual se había negado permanentemente; la burguesía más retrógrada salió a las calles para exigirle a su gobierno que no le temblara la mano y ejerciera mano dura contra el movimiento magisterial; lo que hizo que Peña Nieto regresara a su posición inicial de no ceder a la derogación de la mal llamada reforma educativa.
Estamos en este momento como al inició del anterior ciclo escolar, después de una de las batallas más largas y beligerantes que el gobierno ha desarrollado contra la CNTE en sus 37 años de vida y en la cual la acción directa de la burguesía ha sido uno de los principales ingredientes. La participación de los grandes magnates nacionales y la injerencia de no pocas marcas extranjeras ha sido una constante en la guerra del gobierno por imponer una reforma que la clase empresarial más voraz diseñó para que Peña la hiciera realidad y se lograra desmantelar la fuerza magisterial una vez que se había logrado desintegrar al SME y someter al movimiento minero nacional.
No se trata pues, como lo hemos repetido muchas veces, de un asunto educativo, sino de una acción de profundización del modelo económico neoliberal que pretende acabar con la fuerza organizada de los trabajadores en su intención de exacerbar la explotación de la fuerza de trabajo, limitar sus derechos, sobre todo a la huelga, aguinaldo, reparto de utilidades, capacitación, a la salud, a la jubilación, acceso a sus ahorros y a la seguridad en el empleo; además de asegurarse plenas libertades para apoderarse de los bienes nacionales mediante la más amplia flexibilización normativa que les de su completo dominio.
El que después de más de 100 días de confrontación no haya logrado que la reforma empresarial de Peña en la educación se mantenga, nos habla de una determinación que va más allá de las intenciones de la clase política desvelándose ante nosotros como una línea estratégica del gobierno y la clase económica de la cual deviene. La lucha de la CNTE está pues en el marco de una confrontación más allá del gremio y tiene intereses que lo rebasan, situándose en la lucha de clases.
La CNTE tiene hoy la obligación de reconocer que las batallas que vienen deben ir más allá de lo puramente gremial y la solidaridad de los escasos contingentes independientes capaces de actuar solidariamente para pasar a una confrontación de dimensiones globales en contra del sistema y su modelo neoliberal. En este momento en que los contingentes más comprometidos han decidido realizar un cambio táctico, es bueno que la reflexión nos lleve a entender la magnitud del problema y, por consiguiente, a accionar dimensionando la lucha.
Desde mi particular punto de vista, el gobierno ha logrado hacer aparecer el problema como un asunto educativo cuando no lo es y creo que la CNTE ha caído en esa estrategia. No lo es, y no es que no estemos en la disputa por el proyecto educativo, sino que la lucha se ha dimensionado hacia la defensa de por los derechos sociales conquistados con cientos de años de lucha y la sangre derramada decenas de miles de trabajadores en el mundo y por la defensa de los recursos nacionales y el derecho a la autodeterminación y la autonomía plena de los mexicanos con respecto a la economía global. Es pues una lucha estratégica por la nación, por echar abajo el actual estado neoliberal y avanzar hacia la construcción de un nuevo modelo de desarrollo, sustentado en su carácter social. Para decirlo más llanamente: se trata de detener la maquinaria capitalista y regresar por lo menos al modelo económico bienestarista Keynesiano hoy perdido. No es que comparta este modelo, sino que lo hago para explicitar la dimensión de la contra reforma económica en marcha.
La CNTE no debería distraerse en la intención de elaborar un nuevo modelo educativo, pues la disputa en este sentido está diariamente en las escuelas, sino en avanzar hacia las tareas estratégicas que le permitan enfrentar en mejores condiciones las batallas que vienen. Bajo esta perspectiva, es más que necesario integrar un grupo sólido de compañeros que se haga cargo de llevar a cabo la denuncia internacional y conseguir los pronunciamientos de otros sindicatos y organizaciones, lograr extender la solidaridad acompañando la acción nacional con acciones globales de lucha. Las tareas reclaman también la integración de un grupo mucho más amplio que se prepare previamente para visitar a los maestros de otras entidades para invitarlos a la lucha y, de igual manera, visitar a otras organizaciones y sindicatos con la misma intención en una campaña de información, denuncia e incorporación general por los derechos de los trabajadores de México. La determinación de la CNTE acordada en su Asamblea Nacional, de iniciar caminatas de trabajadores de la educación desde sus entidades hacia el centro del país es una acción correcta para obligar a abrir de nuevo el diálogo, además de que permite darle un nuevo impulso a la lucha y avanzar en el redimensionamiento de la confrontación con el estado. Esta acción permitirá una serie de acciones colaterales de carácter político que podrían desencadenar otros procesos de acumulación de fuerzas que requerirán de la creatividad y disciplina de los participantes.
El magisterio michoacano debe además de exigir que el gobierno entregue ya los útiles escolares en todas las escuelas públicas y generalice los desayunadores y la entrega inmediata de equipos de cómputo y becas de apoyo a aquellos alumnos que por su condición socioeconómica lo requieren. Sería adecuado que se planteara la creación de nuevos internados de educación básica en por lo menos uno por municipio que pudiera albergar una población amplia de niños y niñas en todos los niveles educativos y, además de garantizar que los alumnos que demandan un ingreso en el bachillerato y la universidad sean admitidos sin reservas, ampliando la matrícula y creando villas universitarias para que se puedan alojar aquellos que lo necesitan.
Una plataforma inmediata como esta sería un avance extraordinario en la generalización de la lucha por una educación para todos con calidez y calidad.
La lucha debe extenderse y hacer que salga del rancio gremialismo, el enfermizo dogmatismo y la más ramplona acción irresponsable de aquellos que participan sin tener claro cuál es el papel del maestro en la acción colectiva y de aquel que lo hace para no hacer otras cosas que no le gustan o no las sabe hacer. La lucha es de los maestros en verdad y no de aquellos que saben cobrar, pero que no saben cumplir como tales. No basta con parecerlo, se necesita serlo y eso reclama muchas virtudes o cualidades que no se dan por que sí. La lucha sigue… necesitamos no bajar la guardia, es indispensable lograr la derogación de la Reforma de peña. Es por todos los trabajadores.
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La Tijereta ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

jueves, 8 de septiembre de 2016

Marcos Covarrubias y José Antonio Ramírez,  investigados por la PGR

Redacción
Marcos Covarrubias Villaseñor ex gobernador de Baja California Sur y su secretario de Finanzas,  José Antonio Ramírez Gómez, enfrentan acusaciones penales por parte de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), por simular devoluciónes de fondos federales, exigidos luego de encontrar inconsistencias en el manejo financiero estatal de programas de salud y educación. 

Estas irregularidades se dieron entre los años 2011 y 2013, de acuerdo con la demanda presentada ante la Procuraduría General de la República por el ente fiscalizador del Poder Legislativo. Covarrubias Villaseñor estuvo al frente del gobierno del Estado entre marzo de 2011 y septiembre de 2015. 

El monto de lo defraudado asciende a 88.3 millones de pesos, aunque en febrero de 2013, cuando se presentó el estado de resultados de la Auditoría 2011 a la Cámara de Diputados, la ASF había señalado un daño a las finanzas públicas por 99 millones 196 mil 711 pesos, parte de los 2 mil 392 millones 895 mil pesos, recursos que fueron entregados para el Fondo de Aportaciones para la Educación Básica y Normal (FAEB). 

Asimismo, la auditoría ya había reconvenido a la secretaría de Finanzas del gobierno del Estado, "por  no informar al Órgano de Fiscalización Superior de Baja California Sur y a la Secretaría de la Función Pública sobre la cuenta bancaria específica en la que recibió, administró y manejó exclusivamente los recursos del (FAEB) y sus rendimientos financieros correspondientes al ejercicio fiscal 2011"

El mecanismo de simulación consistía en depositar el dinero a una cuenta y notificar de ello a la autoridad, como se muestra en el oficio (ver parte de abajo) del 13 de diciembre de 2012, firmado por la entonces Contralora General Maritza Muñoz Vargas. Sin embargo una vez que la ASF daba por solventado el señalamiento, "se retiraban los fondos y se les daba un destino desconocido". 

En el pliego de observación 11-A-03000-02-0612-06-001 del informe de resultados de la Fiscalización Superior de la Cuenta Pública 2011, la ASF había informado de "un probable daño o perjuicio o ambos a la Hacienda Pública Federal", con recursos no ejercidos del Fondo de Aportaciones para la Educación Básica y Normal, por un monto de 99 millones 196 mil 711 pesos, "más los intereses generados" desde su disposición hasta su reintegro, " debido a que se desconoce el destino y aplicación a los fines del fondo.

lunes, 5 de septiembre de 2016

La afrenta de Peña Nieto a México y Latinoamérica

Ilka Oliva Corado

Cuando el candidato a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump por el partido Republicano se refirió a México con insultos, el primero en alzar la voz fue el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro: “Yo como presidente de Venezuela de Bolívar y Chávez alzo mi voz en defensa del pueblo de México, ofendido por este pelucón. Qué indignación. Quien se mete con México se mete con Venezuela. Repudio total las declaraciones de este bandido y ladrón.”

En ningún momento lo hizo Peña Nieto y ninguno de los presidentes del triángulo norte de Centroamérica. Y eso que era a ellos a quienes les concernía, pero no; lo hizo Maduro, desde el Sur del continente. Ninguno de ellos tampoco jamás se pronunció cuando Obama firmó la Acción Ejecutiva contra Venezuela, o cuando Clinton y Biden pidieron de emergencia una invasión militar estadounidense en el país venezolano. Lo digo, para reseñar la diferencia entre la sangre roja, hirviente y el chilate ralo que se toman los coches.

Cuando Trump dijo mexicanos, se refirió a toda Latinoamérica. El insulto y las calumnias fueron para todos los latinos que vivimos y trabajamos en este país, con y sin documentos. Por esa razón Maduro que entiende perfectamente el concepto de Patria Grande, de hermandad y solidaridad se pronunció inmediatamente. No lo hizo República Dominicana que tiene llena a Nueva York de dominicanos indocumentados, no lo hizo Guatemala, ni El Salvador y mucho menos Honduras que son como México: la mano de obra más barata y más explotada que existe en Estados Unidos. No lo hizo Colombia que tiene llena Miami de colombianos. Lo hizo Maduro, en nombre de la dignidad del pueblo mexicano y de toda Latinoamérica. ¿Será porque Maduro y los pocos gobiernos progresistas no fueron colocados en el puesto por las embajadas de Estados Unidos en la región?

No sorprende que Peña Nieto se mantuviera al margen y no por desentendido sino por cobarde y afín. Tampoco sorprende que el día miércoles 31 de agosto mientras 61 atracadores corruptos votaban para destituir a Dilma como presidenta de Brasil, Peña Nieto recibiera en Los Pinos a Trump y no solo sino que también se mostrara sumiso y pusilánime ante un personaje catastrófico como lo es el candidato republicano.

No tan distinto a Obama que con su doble moral y con oratoria actoral, se va con tres Golpes en Latinoamérica, la militarización de México y del triángulo norte de Centroamérica y las manos manchadas de sangre con miles de migrantes asesinados, torturados y desaparecidos a consecuencia; y de miles de migrantes deportados, eso por mencionar algo.

Peña Nieto no debió recibirlo y mucho menos que la invitación la hiciera el gobierno de México. Esa acción no solo humilla al pueblo mexicano, también muestra con claridad lo apocado y ruin de un personaje que trabaja obediente a las órdenes de la cúpula empresarial y de Estados Unidos.

¿Y por qué guardan silencio México, Guatemala, El Salvador y Honduras, en específico? Porque hablando de migraciones forzadas, aceptaron militarizar la región, con la aprobación del Plan Frontera Sur y Maya-Chortí que propuso Estados Unidos. Que Trump ahora hable de un muro es agua pasada, que no nos digan que están descubriendo el agua azucarada; el muro ya está, y va desde Honduras hasta el Río Bravo, militarizado por Estados Unidos, y lo hizo Obama y lo están pagando con sus vidas miles de inmigrantes indocumentados.

Porque ha raíz del Plan Frontera Sur y Maya-Chortí han desaparecido miles de indocumentados en tránsito, lo que viene siendo una especie de limpieza social que va desde Honduras hasta México, con el pretexto de luchar contra el tráfico de armas, de indocumentados y de droga. En la frontera entre México y Estados Unidos esta matanza corre a cuenta de la Patrulla Fronteriza. Lo que sucede con los migrantes en tránsito que viajan hacia Estados Unidos es un genocidio, con todas sus letras.

Porque aceptaron echar a andar el Plan de la Alianza para la Prosperidad, y Estados Unidos ha dado 750 millones de dólares a Guatemala, El Salvador y Honduras, y abonado 500 millones más. Y ni hablar del Plan Mérida o Plan México.

Mucho es pedirle a Peña Nieto integridad y respaldo moral a su pueblo, ante los insultos y la farsa, cuando somos testigos de lo que ha hecho siguiendo a sus antecesores; es la continuidad del gobierno de Felipe Calderón: quien inició una supuesta guerra contra el narcotráfico, apoyada por Estados Unidos, que solo ha servido para reprimir al pueblo mexicano y avalar así cada tortura, cada asesinato y cada desaparición. Han sido miles de niñas, adolescentes y mujeres ultrajadas por policías y militares, con el pretexto que trabajan para los carteles de droga o la trata de personas.

Vemos que lo ha convertido en una fosa inmensa, ríos de sangre por doquier, desapariciones forzadas, masacres, torturas y el genocidio latente que se lleva cientos de vidas diariamente. Pedirle a Peña Nieto que se pronuncie en defensa de su pueblo es como pedirle la renuncia al cargo. ¿Qué dice la OEA de todo lo que acontece en México en materia de Derechos Humanos? ¿Qué dice Estados Unidos? No dicen nada porque uno hace y el otro solapa.

Peña Nieto no tiene moral para defender a su pueblo de acusaciones extranjeras porque él mismo es peón de la injerencia estadounidense en el país, gobierna para Estados Unidos y la oligarquía mexicana. Para los consorcios de empresas transnacionales. Si hablamos de ecocidios, de minerías, de robo de tierras; de muertes, desapariciones y torturas a defensores del medio ambiente y de Derechos Humanos; el gobierno mexicano tiene una larga cuenta pendiente con la justicia. Y ni tocar el tema de abusos sexuales a niñas, niños, adolescentes y mujeres. Ni hablar de feminicidios.

No necesita tanta explicación la afrenta de Peña Nieto a México y a Latinoamérica, invitando y recibiendo en casa mexicana a Trump, con esto sirviendo de alfombra organizando un acto protocolario para su carrera presidencial. Común entre seres de la misma calaña.

Pero no desviemos tanto la atención en el tema Trump y Peña Nieto, porque la visita fue estratégica, lo que realmente es preocupante es el cuarto informe de gobierno y la farsa que ahí se detalla. El pueblo mexicano clama por justicia. ¿Cuántas personas fueron torturadas, asesinadas y desaparecidas durante esa visita? ¿Cuántas niñas, niños, adolescentes y mujeres fueron violados? ¿Cuántos feminicidios? ¿Cuántos migraron hacia Estados Unidos, forzadamente, transitando las fronteras de la muerte? ¿Cuántos murieron en la miseria de la pobreza extrema y la hambruna? ¿Y hoy, en este momento, qué está sucediendo en ese México del que no nos hablan los medios de comunicación monopolizados? Guardar silencio ante el genocidio que está viviendo el pueblo mexicano en manos del gobierno de Peña Nieto es inhumano, nos convierte a todos es cómplices.

La afrenta de Peña Nieto no es haber recibido a Trump en tierra mexicana, es gobernar para Estados Unidos y las oligarquías nacionales e internacionales; sacrificando a su gente, dejando lo más por lo menos. Así de ruin. Es una afrenta a México, a Latinoamérica y a la humanidad.
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La Tijereta ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

viernes, 2 de septiembre de 2016

Trump y Peña Nieto, la decadencia de un régimen decadente

Diego Bautista Páez

La visita que Donald Jhon Trump, candidato electo por el Partido Republicano a la presidencia de los Estados Unidos para las próximas elecciones del 8 de noviembre, que tuvo lugar en la residencia presidencial, Los Pinos, puso de manifestó la dispar relación entre ambos países. El también fundador de la empresa de apuestas y casinos, Trump Entertainment Resorts pisó territorio mexicano porque Enrique Peña Nieto se lo pidió tanto a él como a la candidata demócrata Hillary Diane Rodham Clinton. La intempestiva visita –fuera de todo protocolo institucional y mientras la opinión pública aún se encuentra consternada por el plagio que EPN realizó en su tesis para obtener el grado de licenciado en derecho, sin castigo a la vista– es prueba fehaciente de la decadencia del régimen y, acabose, del mandato caótico de EPN y “el nuevo PRI”.
La estadía de poco más de dos horas de Trump en México fue reveladora en varias dimensiones tanto de la política exterior como interna de ambos países. En primer lugar, y que inmediatamente dio la nota, fue la palpable condescendencia y entreguismo, formas con los que Peña Nieto trató a su huésped después de que éste lanzara en su dilatada campaña electoral ataques y calificativos de “ladrones”, “estafadores” y “violadores” hacia los mexicanos. “Malinterpretaciones” llamó EPN a las arengas racistas que Trump utiliza para construir culpables y así ganar la simpatía y voto de los sectores medios estadounidenses empobrecidos por la crisis –sobre todo blancos, de edad avanzada y residentes de las regiones industriales desmanteladas–, además del sufragio conservador y racista que cuenta con antiguos miembros del Ku Klux Klan, National Rifle Association y creacionistas antidarwinianos entre sus incondicionales.
En su intervención Trump dijo conocer a los “mexicoamericanos” no tanto como conciudadanos sino por ser sus empleados. Dicha aproximación no dista mucho del papel que han tenido las últimas generaciones de políticos instalados en Los Pinos, respecto a sus pares norteños y los lobbies empresariales que muchos de ellos representan (ahora petroleros, y desde antes armamentísticos, automotrices, agroindustriales y manufactureros por mencionar algunos). Relación servil y expedita, acentuada a raíz del financiamiento para la seguridad regional signada en el Plan Mérida, y la “Guerra contra el narcotráfico”, en su versión mexicana –“la original” fue instaurada por los gobiernos de Nixon y Reagan para contener el descontento, juvenil, feminista, afro estadounidense y latino durante la década del setenta – que desde 2006 ahoga con sangre el territorio nacional con más de cien mil asesinados, miles de desaparecidos y decenas de miles de desplazados ( que en muchas ocasiones tienen como único punto de huida la migración hacia EUA).
Otro de los puntos en común de la conferencia, –y no precisamente el que ambos se construyesen como productos a cargo de lo peor de la televisión de cada país – fueron sus preocupaciones por la seguridad fronteriza y el trasiego de drogas. Como bien informó un conocedor del tema, Joaquín “Chapo” Guzmán, en su más reciente detención, el multimillonario negocio de la droga, que tiene en EUA su gran mercado, implica una infraestructura logística y de transportación trasnacional que supera con creces la frontera terrestre entre ambos países. Ante los números y volumen que manejan los cárteles, resulta muy difícil pensar que las autoridades tanto mexicanas como estadounidenses no conocen las rutas y avalan el trasiego de estas mercancías propias del capitalismo criminal que se ha configurado en los últimos años. Algunas imputaciones penales a exgobernadores de los estados fronterizos así lo avalan.
Es así que la respuesta al famoso muro que Trump quiere construir en los 3, 185 km de la frontera México- EUA, no debe buscarse en la retórica de la seguridad y el combate al narcotráfico, sino en otra parte de su speech en Los Pinos. Buena parte de su corta intervención estuvo dirigida a las condiciones de trabajo que prevalecen en ambos países; hard working people, mexicanos, quienes son un engrane vital para poner a funcionar la economía estadounidense. Por supuesto que Trump quiere que los mexicanos sigan siendo sus empleados, aunque bajo peores condiciones que no son admitidas bajo ningún contrato legal en EUA, sino bajo la sombra del trabajo ilegal. A mayor dificultad para ingresar y permanecer por parte de los migrantes sin papeles, podrán contratarse en peores condiciones y desecharse con la misma facilidad. Esto es necesario para mantener los costos competitivos frente a China –no dejar que la industria se vaya del hemisferio dijo el candidato republicano–, y poder ofrecer los pocos puestos de trabajo estable a, algunos, americanos blancos. El muro de Trump es una conveniente ecuación de racialización y criminalización de la clase, a partir de medidas xenofóbicas y seguritarias. Estos cambios requieren, en palabras de ambos mandatarios, una adecuación de su marco de acción económica, el NAFTA.
Durante la conferencia, la relación inequitativa no sólo fue un sentir generalizado sino que se expresó en aspectos concretos como el destinatario y respuestas de las pocas preguntas que la prensa pudo formular. Estampa casi perfecta del estado en las relaciones bilaterales. La vista de excéntrico candidato también fue una fuga –desesperada– del priismo para quedar bien con su socio mayoritario, que lejos de adelantarlo en la carrera hacia las elecciones de 2018, en 25 minutos terminó por dar duros reveses a algunos de los pilares que le aseguraron el poder en el pasado: el presidencialismo mexicano, la auto asumida política exterior neutral y la retórica nacionalista frente a la intromisión extranjera.
La reunión Trump-Peña Nieto ya se está instalando, por méritos propios, como uno de los episodios más bochornosos y decadentes dentro de la crisis que vive el país, la más grave de su historia reciente. El “America togehter, amigo” pronunciado por Trump en el corazón de México, no es más que la muestra de un régimen que construye un muro más alto de xenofobia, odio, explotación, guerra y muerte. Nos toca a nosotros –los pueblos de EUA y México– decidir si lo seguimos cimentado o lo hacemos caer.
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La Tijereta ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

jueves, 1 de septiembre de 2016

Indicios de un Estado autoritario en México

Ricardo Hernández Ruiz

Primero: Mayo 11 de 2012. Estudiantes de la Escuela Iberoamericana, con máscaras de Salinas de Gortari protestan en el Campus de Santa Fe con motivo de la visita del candidato del PRI a la Presidencia, Enrique Peña Nieto. Descontento que se irriga por el país y llega a conformarse el movimiento estudiantil conocido como #YoSoy132.
Segundo: Diciembre 1 de 2012. 11:00 hrs. Miles de jóvenes y no tan jóvenes se manifiestan en los alrededores del Centro Histórico y de la Cámara de Diputados de San Lázaro con motivo del repudio hacia quien se investía en esos momentos (Peña Nieto). 13 hrs. Los manifestantes son brutalmente reprimidos mediante el despliegue de un operativo policiaco que dejaría como saldo 32 casos de detenciones arbitrarias, decenas de heridos –uno de gravedad, que posteriormente fallecería a causa de la fractura craneoencefálica, provocada por el disparo con balas de goma de un elemento de seguridad, violando todo protocolo de seguridad –y la primera herida del “nuevo” priismo; difícil aún de subsanar.
Tercero: Septiembre de 2013. Como ya se sabe, en este mes se promulgó la reforma a la Ley General de Educación, la Ley del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación y la Ley General del Servicio Profesional Docente, englobadas en lo que se ha dado a conocer como Reforma Educativa. Una contrarreforma autoritaria y que se ha intentado meter con calza en estados bastiones de resistencia popular (Oaxaca, Guerrero, Michoacán).
Cuarto: Junio 30 de 2014. Con un uso desproporcionado, irracional e irreal, elementos de la SEDENA abaten a 22 civiles en una bodega en la comunidad de San Pedro Limón, Tlatlaya, estado de México.
Quinto: La noche y mañana de septiembre 26 y 27 de 2014. A sólo unos días de haber comenzado el segundo año de ejercicio de funciones presidenciales y a cinco días de que Peña Nieto fue laureado con el Premio al Ciudadano Global, que el Atlantic Council de Nueva York otorga cada año a las seis personas que hayan “fortalecido la comunidad transatlántica y que hayan contribuido a la solución de problemas mundiales”, ocurrió uno de los sucesos más trágicos de la historia mexicana: la desaparición forzosa de 43 estudiantes de la escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, esto en el estado de Guerrero. De un momento a otro habrían desaparecido o, mejor dicho, en una complicidad entre funcionarios públicos, militares, policías municipales y personas del “crimen organizado” privaron de su libertad a 43 personas y, debido a la múltiple colusión, limpiaron casi toda huella de su paradero; al menos hasta ahora no se sabe dónde están nuestros compañeros.
Sexto: Mayo 2015. Se cometen 22 ejecuciones extrajudiciales a manos de las fuerzas federales después de un supuesto "enfrentamiento" entre éstos y el Cartel de Jalisco Nueva Generación, en Tanhuato, Michoacán.
Séptimo: Diciembre 1 de 2015. El Senado de la República recibe la iniciativa de "Mando Único". Éste fomenta la incorporación de los policías municipales a las corporaciones estatales de seguridad. Si se hubiera aprobado tal cual se presentó, el poder federal estría capacitado para dictaminar la disolución de poderes en aquellos municipios donde la violencia sobrepase la capacidad de acción de las autoridades locales. Más que un instrumento eficaz en contra de la violencia, es la violencia y coerción misma; se le concede aún más poder al poder Ejecutivo y se da soltura a las fuerzas del orden para llevar acabo atrocidades. No logró aprobarse, pero...
Octavo: Febrero 19 de 2016. Se busca que Ministros de la Primera Sala de la SCJN den visto bueno a la implementación del Control Provisional preventivo que, en resumidas cuentas, facultaría a la autoridad para detener y retener a cualquier persona con el pretexto de "evitar la comisión de algún delito", es decir, te pueden detener por cualquier pretexto.
Noveno: Marzo 28 de 2016. Buscan diputados la reforma al artículo 29 cnstitucional, para otorgarle al Presidente la capacidad de solicitar al Congreso la suspensión de Garantías y estados de excepción ante una amplia gama de RIESGOS A LA PAZ PÚBLICA O UNA AMENAZA AL ESTADO, entiéndase lo que se entienda por esa ambigüedad.
Décimo: Abril 11 de 2016. Mientras que para el presupuesto de egresos de la Federación de 2016 se hace un histórico recorte de $132.3 mil millones al gasto público, para la partida de la seguridad nacional se le aumenta el presupuesto a $89 mil millones. Así la SEDENA, SEMAR, Estado Mayor Presidencial y el CISEN dispondrán de tan abundante cantidad para reprimir con “guante de oro”.
Decimoprimero: Abril 21 de 2016. Aprueban reforma que permite cateos militares en domicilios particulares y gubernamentales.
Decimosegundo: Junio de 2016. Se expide la Ley Federal de Zonas Económicas Especiales para, con "todas las de la ley", continuar con el proyecto de extracción y explotación de recursos naturales, así como de prolongación y construcción de nuevos mecanismos de transmisión por todo el territorio nacional, especialmente en los estados sureños. Pero primero tendrán que acallar todas las voces que intenten frenar la devastación de su comunidad.
Decimotercero: Junio 19 de 2016. Desde los primeros destellos del alba, Policías Federales desalojaban a punta de balazos a padres de familia, miembros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y a estudiantes, quienes hacían un plantón en alguna de las vialidades de la comunidad de Asunción Nochixtlán, Oaxaca. Como saldo hubo ocho asesinatos, decenas de heridos y desaparecidos, de entre los cuales algunos eran miembros de la comunidad que no se encontraban protestando, pero fueron alcanzados por balas que salían de las armas de alto calibre que portaban los elementos de “seguridad”.
Decimocuarto y último: Según la Agenda Nacional de Riesgos, elaborada por el CISEN, hay bastantes movimientos sociales que "atentan" contra la Seguridad Nacional. De hecho, en su lista de importancia de aquellos actores que atentan contra la gobernabilidad debido a su alta “peligrosidad”, los movimientos sociales se encuentran en segundo lugar, sólo por debajo del crimen organizado.

El regreso del PRI a la Presidencia significó un repunte al autoritarismo, pero lejos de decir que el viejo y rancio autoritarismo priista "ha vuelto", éste se inserta en un nuevo contexto y se manifiesta en formas diferentes a las del corto siglo XX. Con el neoliberalismo a cuestas, con el cambio de perspectiva de la mirada de EUA hacia México, la cual nos ve ahora como terreno fértil y abundante de materias primas, como uno donde hay un enorme y hambriento ejército industrial de reserva y un territorio en vías de ser el más óptimo para las empresas trasnacionales por las facilidades que da a la construcción de los mecanismos de transmisión adecuados para lubricar el traslado de las mercancías. Es en este panorama en cual el actual modo de proceder autoritario y super violento intenta controlar población y territorio para aportar a la conformación del nuevo Mercado Mundial capitalista.

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-Ricardo Hernández Ruiz, militante de Colectivo Ratio y periodista independiente de la Gaceta "Praxis"
-La Tijereta ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
Cinco tesis sobre la guerra en México

Raúl Romero

El 4 de diciembre de 2006, apenas cuatro días después de haber asumido la presidencia de México, Felipe Calderón pronunció un discurso bastante revelador de lo que sería su gestión. En un famoso hotel de la colonia Polanco en la Ciudad de México, acompañado del futuro rey de España Felipe de Borbón y de empresarios mexicanos y españoles, Calderón ­anunció que el gobierno mexicano estaba “trabajando fuertemente para ganar la guerra a la delincuencia”.Desde entonces México se encuentra sumergido en una de las peores crisis de su historia: más de 180 mil personas asesinadas, más de 30 mil personas desaparecidas, más de 200 mil desplazados de guerra, según cifras de las organizaciones sociales, son algunos de los terribles efectos de la guerra iniciada por Calderón y que hoy continúa Enrique Peña Nieto.
A pesar de los graves impactos, desde el pensamiento crítico y militante son pocos los trabajos que se han producido para explicar la guerra en México. La mayor parte son panfletos que animan a luchar contra el Estado y la clase política, sin profundizar el análisis de lo que enfrentamos. En otras ocasiones, las tesis unicausales, las lecturas lineales o las explicaciones generales, impiden comprender el problema y su particularidad.
Es desde los distintos géneros del periodismo o los informes y análisis de las organizaciones sociales y comunidades en resistencia dónde con mayor profundidad se han aportado elementos para comprender la guerra. Al respecto vale destacar la 2ª. Declaración de la compartición Congreso Nacional Indígena – Ejercito Zapatista de Liberación Nacional. Sobre el despojo a nuestros pueblos2, valiosísimo trabajo que da cuenta de la relación Crimen organizado–Estado– Empresas extractivistas nacionales y extranjeras para facilitar e incrementar el proceso de despojo.
Con el objetivo de aportar al análisis, de debatir sobre las posibles causas de la guerra y de los actores que la protagonizan es que compartimos las siguientes líneas. Estas son las tesis principales de una investigación más extensa.

1ra. tesis. El discurso de la “guerra contra el narcotráfico” ha ocultado el problema del crimen organizado trasnacional y su función en la economía global.
En la bibliografía sobre el tema, diferentes autores sostienen que l a legitimidad que Calderón no ganó en las urnas, la buscó confrontado al narcotráfico. La figura del “padre protector” encargado de velar por la seguridad y bienestar de la “gran familia mexicana” buscaba hacer de Calderón una figura necesaria para enfrentar al “mal”. Desde el inicio de su mandato, el panista se refirió a la “delincuencia”, al “narcotráfico” y a las “drogas” como el adversario, el enemigo interno al que el Estado debía enfrentar con todos sus recursos para garantizar su función más básica: seguridad. Esta explicación nos plantea que en el fondo la “guerra contra el narcotráfico” buscó legitimar a Calderón en el poder. Desde esta estrategia la guerra se presentaba como necesaria, con su consecuente suspensión/violación de derechos y sus “daños colaterales”.
Otra explicación recurrente, casi siempre utilizada para acompañar o reforzar la anterior, es la que sostiene que Calderón y la clase que dirige el país, emprendieron la guerra con la intención de militarizar el territorio nacional para sofocar la insurrección popular y el descontento social que predominaba en aquellos años. Recordemos que en 2006 distintos actores sociales encausaban el malestar de la sociedad: la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, en Atenco el Frente de los Pueblos en Defensa de la Tierra; el movimiento obrero en la Siderúrgica Lázaro Cárdenas en Michoacán y en todo el país La otra campaña del zapatismo y los adherentes a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona por un lado, y el lopezobradorismo y sus alianzas luchando primero contra el desafuero y luego contra el fraude electoral, por el otro.
Las tesis no son descartables, y en general coincidimos con ellas; sin embargo, lo que nos interesa resaltar es la predominancia que tomó el actor “narcotráfico” en los análisis académicos y de coyuntura. Ni Calderón ni sus asesores mediáticos inventaron al narcotráfico, ya fuera para legitimarse o para sofocar la insurrección popular. El narcotráfico era y es un problema real, una actividad económica que fue ganando presencia en el territorio nacional hasta convertirse en una de las principales fuentes de ingreso. Pero, tanto el narcotráfico como la delincuencia organizada son tan sólo dos actividades de un problema más general y de alcance global: el crimen organizado trasnacional.
Según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, el crimen organizado transnacional “incluye virtualmente a todas las actividades criminales serias con fines de lucro y que tienen implicaciones internacionales”3. Sus actividades están relacionadas con al menos 23 delitos. En 2009 el crimen organizado transnacional generó ganancias por 870 miles de millones de dólares en todo el mundo, equivalente al 1.5% del PIB mundial de ese año. Entre los negocios más redituables estuvieron la venta de cocaína y heroína, la trata de personas y el tráfico ilícito de armas y de recursos naturales4.
El crimen organizado transnacional es un negocio que involucra a banqueros, políticos, fabricantes de armas –entre otros– y a grupos criminales. Sin embargo, en el caso mexicano se ve al narcotráfico como una actividad aislada, desligada de otras actividades y de su función en la economía regional y global.
Así, el discurso del combate al narcotráfico dotó de agenda de investigación y encausó la opinión pública: el crecimiento de los “carteles de la droga” ante la pérdida de hegemonía en la “transición democrática” o la configuración de un “Narcoestado” en el país son algunas de las lecturas que emanan de ésta visión fragmentada del problema. Por eso, en nuestra primera tesis sostenemos que, más allá de las causas que animaron la guerra, el discurso que la acompaña -combatir al narcotráfico- ha servido como elemento distractor del problema estructural, de un problema de la economía global y del papel que México juega en ella: el crimen organizado trasnacional.

2da. tesis. El crimen organizado trasnacional es una expresión del capitalismo global, una forma de capitalismo criminal.
El crimen organizado trasnacional es un negocio que articula diferentes actividades de lucro e involucra a diferentes actores legales e ilegales de múltiples países. El dinero que este negocio genera, circula por todo el mundo y es parte de la dinámica económica global.
De manera muy general, hay tres grandes lecturas sobre el crimen organizado trasnacional:
  1. La que lo observa como un problema de seguridad y como una anomalía del mercado. Generalmente, esta lectura emana de un análisis económico neoclásico que observa como imposible que el mercado autolimite al crimen organizado transnacional. Por tanto, se prefiere establecer que el crimen organizado transnacional es una falla del mercado y que el Estado debe intervenir con sus fuerzas de seguridad, antes de admitir que es un resultado esperado en la lógica del mercado, es decir, una expresión del capitalismo.
  2. La que concentra su análisis en problemas como la corrupción y aspectos de la “cultura política”. Quienes sostienen esta visión, se olvidan de vincular su objeto de análisis con fenómenos estructurales y de plantear el problema en perspectiva histórica, por lo que no identifican que la “corrupción” es funcional al capitalismo.
  3. La corriente crítica, erigida principalmente sobre conceptos y teorías marxistas clásicas y contemporáneas. Esta corriente se compone de dos líneas de analíticas: A) Los trabajos de autores que sostienen que el crimen organizado es resultado de estrategias neoimperialistas y recolonizadoras. El crimen organizado es visto como una empresa o corporación capitalista, mediante la cual se asegura la acumulación por desposesión con la que las metrópolis garantizan el abastecimiento de recursos naturales y materias primas. El problema es visto fundamentalmente desde una dimensión sistémica y geopolítica, y B) Los que destacan al crimen organizado y al terrorismo como instrumentos para generar control a través del miedo, reproducir el sistema a través de la biopolítica y asegurar la reproducción del capital.
Por nuestra parte, recuperando algunos elementos de las diferentes líneas explicativas, coincidimos en que el crimen organizado transnacional refuerza la economía global y a la élite político-económica mundial. Lo anterior, al facilitar los procesos de circulación, despojo y acumulación, pero también al generar nuevos instrumentos de control, dominación y la eliminación de poblaciones que son consideradas como “desechables”.
El crimen organizado no es una “anomalía” sino un producto del sistema capitalista: le es completamente funcional, de hecho es quizá su expresión más acabada. Magdalena Galindo llega a esta misma conclusión:
“La industria criminal no es un asunto marginal, surgido en las orillas oscuras de las sociedades capitalistas, sino que responde, en todos sus aspectos, a la lógica del capitalismo general y en particular en su etapa de globalización. Es, además, en todas sus ramas, un espacio privilegiado para las ganancias extraordinarias”5.
Es a este protagonismo de la economía criminal o capital en las sombras de la economía global y a la utilización de lo legal para la reproducción del capital ilegal lo que aquí denominamos capitalismo criminal.
Permítasenos dos aclaraciones. Primero. El capitalismo siempre ha sido criminal. Un sistema basado en el despojo, la explotación, la dominación y sostenido sobre el asesinato de pueblos enteros para generar la acumulación originaria es fundamentalmente criminal. Utilizamos esta expresión para señalar cómo el crimen organizado se ha convertido en uno de los actores principales del capitalismo global. Segundo. No sostenemos que el capitalismo criminal sea una nueva etapa del capitalismo, sino una expresión de éste, que junto al capitalismo financieroal capitalismo cognitivo y al capitalismo extractivista, son hoy pilares de la explotación y la dominación global.
Por lo anterior, en nuestra segunda tesis planteamos que el crimen organizado trasnacional es la expresión de una forma de capitalismo criminal, el cual tiene por objeto dinamizar la economía, facilitar los procesos de despojo y acumulación, eliminar las resistencias y la mano de obra desechable, al mismo tiempo que mediante el miedo y el terror, busca controlar a diferentes sectores de la sociedad.

3ra. tesis. La unidad básica de operación del capitalismo criminal es la corporación criminal.
En el pasado fueron las mafias. Su forma de organización era bastante “artesanal”, semejante a los pequeños burgos que potenciaron el desarrollo del capitalismo. Eran grupos organizados de forma gremial, compuestos principalmente por familias y redes de familias que compartían una misma identidad –étnica, nacional o religiosa–, con territorialidades limitadas y con nula división del trabajo. Con los procesos de industrialización e internacionalización del capital las mafias fueron encontrando nuevos nichos de trabajo. Al Capone es quizá la figura más representativa de ésta fase.
Conforme las mafias fueron creciendo económica y territorialmente, se vieron en la necesidad de establecer alianzas con otras mafias, con el objetivo de enfrentar a otros grupos criminales, de incrementar su zona de influencia o de acceder a otras redes que les proporcionaban impunidad y seguridad. Así surgió por ejemplo The National Crime Syndicate en los Estados Unidos de América, una especie de “confederación” que articulaba a diferentes mafias en todo el país.
Las articulaciones nacionales e internacionales de mafias fueron evolucionando, siempre de acuerdo a las exigencias del mercado, hasta convertirse en corporaciones criminales. Estas corporaciones se vieron beneficiadas del proceso de globalización y lograron tejer una compleja red de alcance global capaz de penetrar a diferentes estados nacionales, sin importar las orientaciones político-ideológicas de sus gobiernos. Algunos de sus principales enclaves son México, Colombia, Estados Unidos, Italia, España, Rusia, China y Tailandia.
Como las corporaciones más sofisticadas, las corporaciones criminales se organizan en red, lo que les garantiza fluidez y flexibilidad. Si bien dentro de cada nodo la organización suele ser extremadamente jerárquica, la comunicación entre distintos nodos suele ser más horizontal, respondiendo siempre a los intereses de la red, lo que no exime que sigan reproduciendo su carácter monopólico. Por eso de nada sirve cuando se detiene “al capo de la droga”, o cuando se juzga al “político coludido con el crimen organizado”, mucho menos cuando se multa al “banquero que blanqueó dinero”: la red seguirá intacta porque atacarla de raíz implicaría ir contra el propio sistema.
El capitalismo criminal y las corporaciones criminales también han posibilitado el florecimiento de una élite criminal que interactúa con el resto de las burguesías nacionales y trasnacionales. Bien podría denominarse burguesía criminal. Al respecto, Jairo Estrada y Sergio Moreno nos dicen:
No estamos, pues, frente a un simple “agente parasitario” extraño al bloque de poder, sino frente a una fracción de la clase dominante y, lo que es más importante, estamos frente a una parte del engranaje de un bloque transclasista en cuyo interior la función hegemónica es desarrollada por los estratos más ricos y poderosos, sean estos legales o ilegales (o una combinación de los dos) que fácilmente podrían ser denominados como una auténtica “burguesía mafiosa”6
Como toda burguesía, la burguesía criminal busca acrecentar su poder, conservar sus privilegios y garantizar su impunidad mediante el aparato de Estado. De hecho, también le interesa tener el control de cierta infraestructura para continuar llevando a cabo actividades criminales. Es así se va configurando un Estado criminal.

4ta. tesis. En México se ha configurado un Estado criminal y autoritario.
Las corporaciones criminales operan en distintos países y no han generado los mismos efectos que en México. Sostenemos que la diferencia fundamental recae en cierta particularidad del Estado mexicano actual.
La discusión sobre qué tipo de Estado y régimen político enfrentamos en México es la que quizá más reflexiones ha generado. Entre las diversas tipificaciones que se han propuesto están la de Estado Fallido, Narcoestado, Estado de Excepción, Dictadura cívico-militar, Democracia deformada, Regresión autoritaria, etc. Complementando y debatiendo con estas caracterizaciones, aquí proponemos que el Estado mexicano tiene dos rasgos principales: es criminal y es autoritario. Analicemos el primer rasgo.
¿Cuál es la particularidad criminal del Estado mexicano? Una posible respuesta apunta a los altos grados de corrupción y de impunidad. Sin embargo, en otros países donde opera la relación corporación criminal/corrupción/impunidad no se producen los mismos efectos que en México. Aunque la corrupción y la impunidad son elementos que forman parte de la explicación del fenómeno, no son determinantes.
Otra línea explicativa señala que la guerra responde a la disputa por el territorio y el control de recursos naturales e infraestructura. Esta mirada geopolítica enfatiza el carácter estratégico del territorio nacional. Además, aquí queremos insistir en una característica sobre la que poco se ha hablado en relación con la guerra y que tiene que ver con la relación Poder formal – Poder real.
A lo largo de su historia, el Estado mexicano se apoyó en estructuras coloniales a las que otorgó cierta autonomía. Caciques, hacendados y finqueros son figuras de este tipo. Poderes facticos que acrecentaron su poder político y económico no al margen del Estado, sino a expensas de él. Esta relación cordial entre el poder real y el poder formal fue terreno fértil para que las mafias de la droga primero, y las corporaciones criminales después, acrecentaran su poder desde dentro del propio Estado.
Al respecto, Gustavo Esteva ha señalado que “experimentamos [un] lodo social y político. Del mismo modo que en el lodo no es posible distinguir el agua de la tierra, en México ya es imposible distinguir claramente entre el mundo de las instituciones y el del crimen. Son la misma cosa; encarnan conjuntamente el mal que padecemos”7.
Ahora bien, en los últimos años hemos visto un fenómeno novedoso: las corporaciones criminales, como nuevos miembros de las burguesías nacionales y transnacionales entran también a la disputa por la materialización del Estado; es decir, por las instituciones y los gobiernos. Ya no sólo financian campañas o utilizan a sus aliados en la política para acrecentar su negocio, ellos mismos se vuelven parte de dichas instituciones y utilizan esas infraestructuras para sus intereses. Así, en el Estado criminal se borran todas las fronteras entre lo legal y lo ilegal, entre lo institucional y lo criminal; peor aún, lo ilegal ocupa lo legal para seguir reproduciéndose.
En lo se refiere al carácter autoritario, pensamos no en la forma tradicional del autoritarismo, sino en una forma nueva, una especie de Autoritarismo del siglo XXI. Este autoritarismo tiene toda la apariencia de ser compatible con un sistema democrático -en el sentido de que no muestra en su discurso tintes totalitarios o fascistas, sino que aparenta que no hay contradicción entre autoritarismo y prácticas democráticas- y aprovecha las nuevas tecnologías para generar control. Desde luego descansa en el poder militar, pero para ocultar su matriz, militariza policías y leyes, al mismo tiempo que hace un uso faccioso de éstas. La militarización de la sociedad y de la vida pública son sus principales características. Igualmente, por medio de la generación del terror, se busca anular toda capacidad de respuesta social, al tiempo que genera política y discursos que alimentan la desmovilización, la despolitización, la reclusión en la vida privada, la desilusión y el desencanto. El sujeto ideal del Estado criminal y autoritario es aquel que se muestra triste, apático y obediente: cuerpo también ha sido colonizado.
Así, el Estado criminal y autoritario mexicano utiliza una política criminalizadora, mediante la cual busca silenciar el descontento social y neutralizar las múltiples formas de resistencia que surgen en contraposición a las clases dominantes. Se vuelven cotidianos los crímenes de Estado, el encarcelamiento por motivos políticos, la desaparición o asesinato de líderes sociales, periodistas y defensores de derechos humanos, así como la censura y la vigilancia.
En México el Estado criminal y autoritario se ha convertido en un aparato de guerra al servicio de las clases dominantes y en contra el pueblo.
5ta. tesis. El capitalismo criminal se reproduce en la vida cotidiana de las personas y ha generado una sociedad criminal
El capitalismo criminal ha generado una importante base social en diferentes puntos del territorio nacional. Esto tiene una doble explicación: en algunas zonas en dónde nunca llegaron las instituciones del Estado, la mafia de la droga se encargó de llenar el vacío. Son cientos los pequeños poblados en el norte del país en los que la mafia se encargó de construir el hospital o la iglesia, o bien construyó carreteras para trasladar su mercancía, la cual también sirvió para el desarrollo de la población y la comunicación con el exterior. Al mismo tiempo que generó infraestructura, la mafia estableció toda una serie de estructuras de poder, instituciones informales, prácticas, parámetros del éxito y pautas culturales. El líder de la mafia local, mediante una forma de dominación carismática, adquirió fuerte influencia dentro de la sociedad: era el que propiciaba el desarrollo del pueblo, el que garantizaba empleo para sus habitantes y al que todos querían como compadre. Una representación a escala de la figura presidencial.
Por otra parte, con la desestructuración y “adelgazamiento” del Estado mexicano producto del neoliberalismo, las corporaciones criminales comenzaron a llenar el vacío de las políticas de justicia social y de trabajo. Fueron ellos los que emplearon a miles de campesinos que se quedaron sin tierra y sin apoyos como producto de la descampenización de la economía nacional. Fueron también ellos los que dieron trabajos a miles de migrantes nacionales y extranjeros que no alcanzaron a cruzar la frontera.
Más recientemente, las corporaciones criminales se han vuelto el principal instrumento de movilidad social en algunas regiones del país. Muchos jóvenes prefieren vivir poco tiempo y ganar bien. Dedicarse al crimen organizado se ha convertido en una forma de obtener ingreso, distinción social, virilidad, poder y acceso.
Pero, para que una corporación criminal funcione requiere de contadores, abogados, médicos, comunicadores, banqueros, cajeros, políticos, transportistas, policías, militares, paramilitares, diplomáticos y un sinfín de perfiles. Estas personas saben bien que incurren en un crimen, pero que ya sea por ambición o por única opción, se vuelven empleados de la corporación criminal.
Sí a esto sumamos la degradación del tejido social, la destrucción de la comunidad en pro del capital y del individuo, la convivencia cotidiana con el terror, con fosas clandestinas, con cuerpos desmembrados y decapitados y la normalización de la violencia, entenderemos que la frontera de lo permisible se rompe diariamente.
La sociedad criminal es la evolución lógica de una sociedad a la que se le inculcó que “el que no tranza no avanza”, o que “nadie aguanta un cañonazo de 50 mil pesos”.
A manera de conclusión podemos decir que parar la guerra en México es uno de los mayores retos teóricos y políticos que enfrentamos. Las visiones fragmentadas y las respuestas únicas no sirven. Entender que la guerra en México es una forma de cómo se despliega el capital, nos llevara a pensar en mejores estrategias para enfrentarla. El reto es grande y urgente. Las respuestas están fuera del capitalismo. Empecemos a imaginar y construir ese otro mundo.
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Notas: 
2  Congreso Nacional Indígena y Ejército Zapatista de Liberación Nacional. 2ª. Declaración de la compartición CNI - EZLN. Sobre el despojo a nuestros pueblos. En: http://enlacezapatista.ezln.org.mx/
3  Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito. “Crimen organizado transnacional” .http://www.unodc.org/ropan/es/organized-crime.html
4  Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito. “Delincuencia organizada transnacional - La economía ilegal mundializada ”. http://www.unodc.org/documents/toc/factsheets/TOC12_fs_general_ES_HIRES.pdf
5  Galindo, Magdalena. “El Capitalismo Criminal, Fase Superior del Imperialismo”. En Revista Mundo Siglo XXI, no. 2 (otoño de 2005), p. 49. México: Instituto Politécnico Nacional – Centro de Investigaciones Económicas, Administrativas y Sociales.
6  J. Estrada Álvarez y S. Moreno Rubio, “Configuraciones (criminales) del capitalismo actual. Tendencias de análisis y elementos de interpretación”. En J. Estrada (Edit.). Capitalismo criminal. Ensayos críticos, Colombia: Universidad Nacional de Colombia, 2008, p. 33.
7  Esteva, Gustavo. “Capacidad de respuesta”. En La Jornada, 13 de octubre de 2014.
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-Raúl Romero es Técnico Académico en el Instituto de Investigaciones Sociales y Profesor en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales-UNAM.
-Publicado en Revista Memoria no. 259, año 2016-3. http://revistamemoria.mx/?p=1188
La tijereta ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.